En los diversos ámbitos de acción del Especialista en Radiología Oral y Maxilofacial las competencias incluyen: 

• De las consideraciones previas a los exámenes de imágenes:

Es un profesional que tiene como criterio estándar la protección de sus pacientes según la norma internacional de reducción de dosis de radiación a mínimos para la obtención de beneficio diagnóstico (criterios ALARA/ALADA).

Para su quehacer profesional el Radiólogo Oral y Maxilofacial siempre considera la relación costo beneficio respecto de las características y cantidad de exámenes necesarios y más adecuados para cada caso particular, de manera que desarrolla su actividad con el mínimo riesgo de daño por utilización de radiaciones ionizantes y siempre con miras a un adecuado nivel de resolución de las inquietudes clínicas por las cuales a cada paciente se le han indicado los exámenes de imágenes respectivos.

Dado el permanente avance en el conocimiento científico y tecnológico, el Radiólogo Oral y Maxilofacial posee actitud crítica e información permanentemente actualizada que le permite adoptar adecuadamente los conceptos que constituyen beneficio a esta disciplina de la Odontología para ponerlos en práctica, motivo por el cual la formación académica continua es su característica natural.

• De los exámenes de imágenes propiamente:

Posee la destreza para la correcta indicación de exámenes de imágenes convencionales y de alta complejidad de acuerdo las características de cada cuadro clínico, siendo con ello un asesor permanente del odontólogo general, del odontólogo especialista y, en ocasiones, también del médico cirujano, para complementar adecuadamente la información proveniente de los hallazgos clínicos del territorio oral y maxilofacial.

De esta manera el Radiólogo Oral y Maxilofacial contribuye en las fases de diagnóstico, control y determinación del tratamiento de las patologías del territorio, junto a generar información que complemente los hallazgos clínicos y permita estimar el pronóstico de las patologías presentes.

Está preparado para efectuar los exámenes radiográficos convencionales y avanzados, así como para hacerse asesorar crítica y adecuadamente en el desarrollo de exámenes de mayor complejidad, con miras a una utilización siempre eficiente de la tecnología disponible en la red pública y privada de prestadores de servicios de imágenes.

Es el profesional con la mayor autoridad para interpretar las imágenes obtenidas de estos exámenes tanto en lo referido a las patologías relacionadas con el motivo que ha generado la solicitud de examen como, eventualmente, con los hallazgos que se presenten en ellos, siempre con miras a la devolución o preservación de la salud oral que el equipo de salud prestará como servicio integral a sus pacientes.

• De su desempeño en el equipo de salud: 

Para ello este profesional debe desenvolverse en equipos de trabajo, toda vez que la actividad del Radiólogo Oral y Maxilofacial es en esencia una actividad de asesoría y complemento de la actividad clínica, cualquiera sea la especialidad de la odontología, y eventualmente médica, que requiera de sus servicios.

Asimismo, puede correlacionar los hallazgos de imágenes con las realidades clínicas y epidemiológicas de cada individuo en particular y de la población en general y, dado que conoce además los sistemas de previsión sanitaria nacional a nivel odontológico, puede desempeñarse tanto en el sector público como en el privado.

El Radiólogo Oral y Maxilofacial tiene la capacidad de guiar o contribuir en investigación científica que se desarrolle sobre el quehacer particular de la especialidad o en que la especialidad constituya apoyo. Tiene asimismo el potencial para dar a conocer sus actividades y capacitar al personal asistente, debidamente acreditado, que desempeñe las labores de apoyo del ámbito propio de esta especialidad.

Al mismo tiempo el Radiólogo Oral y Maxilofacial posee las competencias necesarias para dar su fundamentada opinión en cuestiones de índole legal o peritajes cuando las autoridades pertinentes así lo estimen necesario.

• De la responsabilidad:

Por todo lo anterior, es responsable de los procedimientos y resultados del quehacer de la especialidad que esté a su cargo administrar, a la vez que da a conocer a las autoridades administrativas correspondientes las eventuales irregularidades en que se incurra durante su desempeño o que se encuentran presentes en las guías de pauta clínica que regulan la actividad en las redes asistenciales públicas y privadas que ofrecen servicios de imágenes.