Amable estudiante: 

El estudio de la personalidad se presenta como una tarea fascinante y problemática. 

Fascinante porque en el fondo de cada persona subyace la anhelante cuestión de saber cómo se es. Tal fascinación responde a un deseo natural e irreprimible: el de saber acerca de sí para saber a qué atenerse. 

Problemática porque son muchos los estudiosos, las teorías y las escuelas de psicología desde las que se han abordado el estudio de la personalidad. Por ello, es normal que al principiante (tú, amable estudiante) tal vez le cueste un poco más de esfuerzo pasar de uno a otro modelo de personalidad o que se empeñe en hacerlos chocar y tratar de integrarlos en un solo modelo sintético, totalizante y casi críptico. 

Mi consejo es animarte a tratar de llegar a una síntesis personal, que te ayude a conocerte y conducirte a ti mismo e iluminar los pasos que has de dar en la travesía de la vida. 

Es conveniente dejarte seducir por el estudio de la psicología de la personalidad por las implicaciones que esto pueda tener en el acercamiento a otras personas, con las que antes o después habrás de encontrarte en el ejercicio de tu profesión.

Si estudias motivado o movido por estas circunstancias, se te allanará el camino y quizás hasta te dejes cautivar por lo que estudias, hecho que te ayudará a amueblar tu cabeza, siempre que te plantees problemas y reflexiones sobre ellos.