Mesa redonda “L’arquitecte i les belles arts” en la Casa Amatller

La mesa estuvo formada por el Dr. Alberto T. Estévez, vicerrector de UIC Barcelona; la Dra. Mireia Freixa, catedrática de la Universidad de Barcelona; el Dr. Francesc Fontbona, del Institut d’Estudis Catalans, y el Dr. Josep Lluís, director de la School of Architecture de UIC Barcelona.

El objetivo de esta sesión era dialogar con profesionales de la arquitectura y de la historia del arte acerca del papel de estas disciplinas y su evolución a lo largo de la historia, en la enseñanza de la arquitectura y en el mundo profesional.

La Dra. Urbano introdujo la mesa con una frase de Vitruvio: “Es la arquitectura una ciencia que debe ir acompañada de otros muchos conocimientos y estudios”, y destacó que una de las principales competencias del Grado en Arquitectura es el conocimiento de la teoría e historia de las bellas artes y las artes aplicadas. La legislación de la titulación de Arquitecto determina once objetivos-competencias según el BOE, dos de los cuales (n.º 2 y 3) son:
“2. Conocimiento adecuado de la historia y de las teorías de la arquitectura, así como de las artes, tecnología y ciencias humanas relacionadas;
3. Conocimiento de las bellas artes como factor que puede influir en la calidad de la concepción arquitectónica.”

Un bloque importante de los estudios de Arquitectura es la historia y teoría del arte y no solo la historia de la arquitectura. Así mismo, entre las salidas profesionales de los arquitectos hay la crítica arquitectónica, la docencia y el comisariado de exposiciones y museos. Por otro lado, la arquitectura también forma parte de las artes liberales y el arquitecto es un artista, creador. La primera vez que se unieron aspectos de “Beaux-Arts” y aspectos técnicos en un plan de estudios en Cataluña fue con la Escuela de Barcelona de Elies Rogent en 1875. Dentro de la tendencia de las “Beaux-Arts”, se destacó el dibujo, como herramienta imprescindible para los estudiantes de arquitectura y cabe mencionar que la School of Architecture de UIC Barcelona incluye en su programa, desde su fundación: Historia de la Arquitectura, Pintura y Escultura.

Los participantes de la mesa debatieron sobre el papel de los arquitectos en el siglo XIX y su prestigio social. Se dejó patente también el cambio en la percepción del papel del arquitecto, un colectivo muy numeroso, así como de las escuelas de arquitectura, que en pocos años han pasado de 14 a 37 en el Estado español. Se resaltó la importancia del estudio de las Bellas Artes para el arquitecto, y en general, de los estudios humanísticos (Latín, Historia, Historia del Arte, Literatura, Filosofía) para toda la sociedad y, especialmente, para los jóvenes. La especialización adquiere cada vez más peso en las enseñanzas superiores, en detrimento de esta cultura general, que tendría que ser la base de nuestro conocimiento, independientemente de la carrera escogida.

La mesa redonda finalizó con una visita en la Casa Amatller ofrecida por Casas Singulares.