4 de julio de 2024
Buenas tardes,
En primer lugar, nos gustaría daros las gracias a todos por estar hoy presentes y por acompañarnos en un día tan especial. A nuestras familias, por habernos apoyado durante este tiempo; a nuestros profesores, por el trato humano que nos habéis brindado y por haber compartido con nosotros vuestra experiencia y vuestros conocimientos para convertirnos en mejores profesionales; a la Secretaría de la Facultad y a todas las personas que trabajáis en UIC Barcelona y, finalmente, a nuestros compañeros por haber convertido la universidad en una experiencia tan extraordinaria.
Esta tarde ponemos punto y final a un recorrido que ha pasado a una velocidad vertiginosa. El día 6 de septiembre del 2020 entrábamos por esta misma puerta, con unas mochilas cargadas de experiencias anteriores, sueños e ilusiones. Éramos unos completos desconocidos, pero con unos mismos objetivos: realizar la carrera, conocer a gente y convertirnos en personas de provecho para ser unos buenos profesionales. Este itinerario no ha sido fácil. Ha sido un camino donde hemos conocido a personas maravillosas, hemos renunciado a experiencias y oportunidades y hemos aprendido cosas que nunca nos planteamos que podríamos llegar a saber. Empezamos la carrera el año de la Covid-19, cuando las mascarillas y la desinfección constante de las aulas iban de la mano con las clases en línea. Llegamos en un momento histórico y lleno de incertidumbre, pero gracias a la organización de la Universidad y a nuestro empeño, logramos superarlo y salir reforzados de ello.
De aquel primer contacto ya han pasado cuatro años y, actualmente, nos encontramos en una tesitura totalmente diferente. Todas aquellas primeras impresiones se han convertido en los pilares que nos han ayudado a aprender y a enriquecernos de manera personal. Cada experiencia que hemos vivido en esta universidad nos ha fortalecido y ayudado a mejorar paso a paso hasta poder mostrar la mejor versión de nosotros mismos.
Cuando nos embarcamos en esta aventura éramos unos niños inexpertos que no sabíamos dónde nos llevaría la vida. Sin embargo, a nuestro paso por esta universidad adquirimos herramientas, modelos y estrategias que nos tienen que ser útiles para guiarnos y para complementar nuestros próximos proyectos. Durante este tiempo, hemos disfrutado de viajes y excursiones para conocer, in situ, aquello que estábamos estudiando; hemos asistido a talleres y conferencias y hemos realizado prácticas y asignaturas interdisciplinares para formarnos en los distintos ámbitos esenciales que nos permitirán afrontar los retos del mundo real. Todas estas experiencias se han convertido en los cimientos de nuestras trayectorias futuras.
No obstante, hoy estamos escribiendo el punto y final de esta etapa. Nuestras vidas cambiarán de capítulo. Muchos de nuestros caminos se separarán, algunas de las personas que hemos conocido se convertirán en un recuerdo; otras, continuarán acompañándonos. Asimismo, hay algo que siempre mantendremos: las experiencias, el carácter humano de UIC Barcelona, lo aprendido de nuestros profesores y los buenos momentos que hemos compartido.
Muchos de los que estáis hoy aquí acompañando a vuestros hijos os sorprendisteis cuando la palabra humanidades llegó a casa. Desde aquí y en nombre de todos mis compañeros, os queremos dar las gracias por apoyarnos en este viaje, que para muchos pudo resultar una locura. Incluso algunos de los que estáis hoy aquí quizás no acabáis de entender aún hoy qué estudian vuestros hijos e hijas, y lo resumís como un grado en Filosofía. Albert Moya, vicedecano de la Facultad, en una jornada de puertas abiertas nos dijo: “Hoy en día se busca lo cuantitativo, no lo cualitativo, pero os aseguro que lo que os llevaréis de este grado será de una calidad que nos os podéis imaginar”. Y cuánta razón tenía, en un mundo donde todo crece a una velocidad descontrolada hemos decidido apostar por hacer un viaje dónde hemos estudiado historia, arte, filosofía y literatura. Pero la calidad no solo nos la llevamos en el contenido de los grandes clásicos que hemos tenido que leer. Nos llevamos con nosotros a personas que podemos llamar amigos, personas con la calidad aprendida de Cicerón, compañeros de viaje para toda la vida, porque esto no ha hecho más que empezar. Calidad también en los profesores, todos apasionados de sus materias, que nos han presentado a los grandes autores clásicos y contemporáneos, como parte de su legado. El trato con todos los profesores no se ha quedado solamente en las aulas. Gracias por todos los cafés y cocacolas a la hora de comer, haciendo hueco en vuestras agendas para atendernos y acompañarnos en todo lo que hemos necesitado. Podemos afirmar que la Facultad de Humanidades es la mejor con diferencia.
Queremos aprovechar este momento para agradecer a todo el equipo en la sombra que también hace de esta universidad una segunda casa. Nos referimos a Cristina, Francesc, Maite, María y todo el equipo de la cafetería, que solo con su cariño mientras te sirven el café se dan cuenta de que quizás tienes un mal día y una palabra suya de ánimo te pone a tono. Junto a ellos, gracias también a Joaquín por cada “adiós” y por gestionar UIC Barcelona de una manera única. Gracias a todo el equipo de limpieza y mantenimiento que hacen que cada día sea como estrenar la universidad. Podríamos pasarnos horas dando las gracias, pero no queríamos olvidarnos de ellos hoy, porque también han contribuido en hacer de UIC Barcelona nuestro hogar.
Por último, dar las gracias a nuestros compañeros, “ho hem aconseguit”. Solo nosotros sabemos todo lo que hemos vivido y aprendido estos cuatro años, hemos reído, hemos llorado, nos hemos ayudado a estudiar, pero sobre todo hemos crecido juntos. Lejos quedan esos niños con mascarilla que entraron en septiembre del 2020. Vinimos a buscar herramientas para construir nuestro futuro y poco nos pensábamos todo el conocimiento que hoy nos llevamos de aquí. Padres, hermanos, profesores, tanto desde casa como desde la Universidad, habéis puesto las bases, nos habéis dado alas para volar, para volar alto, para comernos el mundo. Ahora nos toca salir fuera y cumplir nuestros sueños. Y no tenemos ninguna duda de que lo conseguiremos.
Hemos aprendido todo lo que ha ocurrido en el pasado, ahora nos toca construir el futuro.
Muchas gracias a todos.
Discurso Judith Urbano - Graduación 2023-2024
Sr. Santiago Alcolea, Director de la Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic, Christoph Pasour, director del máster en Gestión Cultural, Claustro de profesores de la Facultad de Humanidades de la Universitat Internacional de Catalunya, Estimados alumnos, familiares y amigos,
En primer lugar, quería dar las gracias a todos los asistentes para acompañarnos en un día tan especial como este. Primero, me dirigió a nuestros estudiantes del grado en Humanidades y Estudios Culturales, que hoy acaban una gran etapa de sus vidas y empiezan una, que quizás ahora les da un poco de miedo por su incertidumbre, pero que es una etapa igualmente emocionante e importante. Hemos comentado mucho en los últimos días de clase, no hace mucho, que teníais una sensación agridulce, de pena y alegría. Es normal y lo mismo nos pasa a nosotros, los profesores, cada año cuando llega este momento. Ya que después de veros cómo llegasteis hace cuatro años o cinco, los de doble titulación, os hemos visto llegar aquí con mucho esfuerzo, con momentos buenos y otros más difíciles, pero superando los obstáculos.
Estamos felices de que lo hayáis logrado, contentos de ver cómo habéis evolucionado como personas, satisfechos y orgullosos de vosotros. Pero, por otro lado, también experimentamos cierta tristeza, ya que sabemos que ha llegado el momento de dejaros volar.
Espero que la huella humanista se note y que no fallezcáis por la superficialidad y frivolidad de la sociedad que nos rodea. Vuestros profesores, aparte de cultura y saber, os han transmitido valores, por eso les quiero agradecer enormemente y públicamente a todos el esfuerzo que hacen cada día por hacer tan bien su trabajo y ahora es vuestro turno devolver todo ello a la sociedad.
Os lleváis muchos conocimientos, de historia, de filosofía, de literatura, de historia del arte... Gozad ahora del merecido descanso y de un tiempo de ocio que os permita leer, ir a los museos, visitar patrimonio, llevar la familia y los amigos y compartir lo que habéis aprendido.
También quiero dedicar unas palabras a los padres, a aquellos que dejaron que un día sus hijos estudiaran la carrera de Humanidades. Esto tiene mérito en una sociedad como la actual, en la que solo lo que da un fruto inmediato, o lo que sirve para hacer dinero, tiene importancia. Por lo tanto, gracias por ir a contracorriente y apostar por la formación en UIC Barcelona.
A los estudiantes del máster y a sus familias también les queremos agradecer la confianza depositada en nuestra institución. El máster es calidad, es una apuesta segura y consolidada gracias a su director, Christoph Pasour, al frente del proyecto y su dedicación incansable, al que le agradezco enormemente su tiempo y su buen humor: es muy fácil trabajar contigo, Christoph. Y también quiero dar las gracias a Claudia Balboa, coordinadora del máster, por su trabajo y dedicación. Realmente tenemos mucha suerte de contar con vosotros, que lo hacéis todo tan fácil.
Sigo con los agradecimientos: a las secretarias de la Facultad, Patricia Fuente y Paloma Carballal, que hacen un trabajo tan necesario para que todo funcione cada día y nos ayudan tanto a los profesores como a los alumnos.
Asimismo, quiero destacar el papel de la Junta de Centro. La gestora, Íngrid Soriano, y el vicedecano, el Dr. Albert Moya, y darles las gracias por su ayuda y su apoyo. Hace ya ocho años que decidimos emprender esta aventura y no puedo estar más orgullosa y más agradecida de mi equipo. Los conoceréis y sabéis que digo la verdad cuando digo que son personas honestas, leales, trabajadoras, con buen humor, con espíritu positivo y de servicio. Tenerlas a mi lado en mi día a día no tiene precio. ¡Gracias!
Estimados alumnos, ahora seréis Alumni de UIC Barcelona, recibiréis noticias nuestras y cada año nos gustará veros de nuevo en el encuentro que hacemos para los Alumni de Humanidades. Nos encantará saber de vosotros, sentir cómo os va y qué nuevos proyectos habéis iniciado.
Solo me queda daros mi más sincera enhorabuena, ¡muchas felicidades a todos!
Discurso Christoph Pasour, Máster en Gestión Cultural, julio del 2024
Hace casi un año estábamos aquí, en este auditorio, pero con otro grupo de estudiantes. Había sido mi primer año como director del programa de máster y pensé que, a partir del segundo año, el trabajo con vosotros, los estudiantes, sería similar a lo que había experimentado en mi primer año. En lugar de eso, aprendí que cada grupo es muy diferente, con su dinámica, sus problemas, sus retos y, en particular, sus propias expectativas.
Estas expectativas están relacionadas, por ejemplo, con vuestra vida profesional. Sin embargo, puesto que casi todos vosotros habéis dejado vuestras ciudades, países y culturas para estudiar en Barcelona, también tenéis expectativas respecto a vuestra vida personal. Esperáis encontrar respuesta a muchas preguntas sobre cuáles pueden ser los siguientes pasos razonables y cómo planificarlos.
Pero todos sabemos que la planificación estratégica de la vida es bastante complicada, por no decir imposible. Tal vez ni siquiera sea deseable.
Y ahora, también entendéis que planificar una vida profesional en el sector cultural es todo un reto. El mundo de la cultura no solo es apasionante, diverso y dinámico, sino también imprevisible. Exige mucho de uno mismo, requiere flexibilidad, determinación, compromiso, tolerancia a la frustración y paciencia. Gran parte de la cultura se desarrolla en los extremos, y pocos aspectos de la cultura se asientan en un centro estable desde el que pueda planificarse sistemáticamente una carrera.
No obstante, sí que es cierto, como dicen algunos, que cultura es simplemente otra palabra para vida, por lo que trabajar apasionadamente en cultura significa comprometerse apasionadamente con la vida misma, con todas sus consecuencias.
Quizás os resulta familiar esta situación: cuando habláis con la gente sobre vuestro trabajo en cultura a menudo lo reciben con gran interés, a veces incluso con admiración. Pero esto puede contrastar fuertemente con, por ejemplo, vuestras dudas, luchas y dificultades para sacar adelante vuestro próximo proyecto.
Pero estos pequeños momentos revelan algo importante: revelan lo importante que es la cultura o —por utilizar un término del sociólogo francés Pierre Bourdieu— lo importante que es el capital cultural en un mundo en el que muchos se sienten incómodos por el dominio del capital económico y el mero consumismo.
La cultura promete satisfacer un anhelo de sentido y significado más allá de la gratificación del consumidor, promete acercarnos a la vida. Quizás esto os parezca familiar.
Cada uno de vosotros tiene potencial para triunfar en este prometedor mundo de la cultura. Aunque es indudable que muchos factores externos tienen una influencia importante en el éxito o el fracaso, vuestro éxito también depende de vosotros.
Si tuviera que daros un consejo, sería este:
- Tened el valor de centraros principalmente en el siguiente paso.
- Tened el valor de dar el siguiente paso con toda determinación y energía, a pesar de vuestras dudas.
- Tened el valor de no dejar que las dudas os abrumen rápidamente.
- En otras palabras, hay que tener valor para tomar decisiones y ser paciente. ¡Muy paciente!
Lo que esperamos es que este programa de máster os haya dotado de valiosas herramientas y conocimientos sobre las realidades del trabajo y la vida en la cultura. Quizás hayamos podido responder, al menos, a algunas de vuestras preguntas y orientaros. Lo cual no habría sido posible sin el equipo que tenemos aquí.
En particular, Claudia, nuestra coordinadora, con su notable paciencia, precisión, determinación y sus buenas ideas. Y Paloma, con sus dotes organizativas y su fiabilidad, que ha mantenido este máster en marcha con éxito cada día, como un reloj.
Y nada de esto tampoco habría sido posible sin la profesionalidad y la experiencia de nuestros profesores, excelentes docentes de esta universidad y profesionales de la cultura, apasionados por compartir sus conocimientos con vosotros.
Asimismo, ninguno de nuestros logros habría sido posible sin el apoyo del Departamento de Humanidades; la contribución de nuestra directora de centro, Ingrid Soriano, y la dedicación de nuestra decana, la Dra. Judith Urbano.
Quiero expresar mi gratitud por todos sus esfuerzos, ya que esto nos ha permitido reunir a estudiantes culturalmente apasionados de todo el mundo, aquí mismo, en Barcelona.
Pertenecéis a una comunidad que tiene en sus manos el futuro de la cultura.
Sinceramente, no se me ocurre un trabajo mejor.
¡Gracias por todo y buena suerte a todos!
Saludos:
Buenas noches, estimados profesores, distinguidos invitados, orgullosas familias y nuestros compañeros graduados:
Estamos muy orgullosos de estar aquí hoy para celebrar nuestra graduación en representación de nuestros compañeros de clase, quienes han sido unas de las personas más amables y mejores que he conocido. Hoy estáis todos increíbles, incluso mejor que otros días, lo cual es bastante difícil de superar.
Queremos felicitaros a todos de todo corazón. Hoy culminamos nuestro viaje a través del Programa de Máster en Gestión Cultural, un viaje que ha sido tan diverso y vibrante como las formas de arte que tanto adoramos.
Facultad y profesores:
Nos gustaría extender nuestro agradecimiento a la Universidad y a todos los docentes que tuvimos por ofrecernos esta hermosa experiencia y enseñárnoslo todo sobre gestión cultural y muchas otras valiosas lecciones de vida. Todos somos de orígenes muy diferentes (27 nacionalidades distintas para ser concretos) y nos reunisteis y nos integrasteis de la mejor manera posible.
Somos un grupo de individuos tan variados como las culturas y disciplinas que representamos. Desde músicos y artistas hasta entusiastas de las artes visuales y el cine, todos hemos aportado nuestras perspectivas únicas a este programa. A pesar de nuestras diferencias de formación, nacionalidad e intereses profesionales, vosotros, estimados profesores, nos unisteis y nos guiasteis con sabiduría y paciencia.
No solo nos enseñasteis dentro del aula, sino que también nos hicisteis visitas guiadas por Barcelona, os convertisteis en nuestros terapeutas no remunerados y nos ayudasteis a construir una vida aquí en Barcelona, aunque solo fuera durante un año para algunos de nosotros.
Y, por supuesto, queremos dar un agradecimiento personal por mencionar con frecuencia a Taylor Swift en las clases. ¿Quién iba a decir que su experiencia podía ser tan relevante para la gestión cultural?
Prácticas:
Uno de los aspectos más enriquecedores de nuestro programa fue la oportunidad de realizar prácticas en la hermosa ciudad de Barcelona. Esta experiencia no fue un simple periodo de prácticas, sino un viaje a medida, que se ajustaba a nuestras experiencias y preferencias individuales. Nos permitió aplicar nuestros conocimientos en entornos reales, forjar amistades internacionales y sumergirnos en un vibrante centro cultural. Barcelona nos enseñó que las artes son un lenguaje universal que trasciende las fronteras y nos conecta a todos. Muchísimas gracias a Claudia por ayudarnos con esta parte del programa, y a Paloma por guiarnos cada día con información actualizada.
Impresiones personales:
Aunque el máster ha durado solo un año y, definitivamente, no ha sido tiempo suficiente para nosotras, creo que hablo en nombre de todos cuando digo que este año ha sido muy apreciado y será un capítulo muy recordado en todas nuestras vidas. Echaré de menos nuestras constantes quejas, echaré de menos faltar a la segunda mitad de las clases porque estábamos demasiado cansados (¡lo siento, profesores!), y echaré muchísimo de menos estar aquí en Barcelona con todos vosotros.
Ahora bien, pregunté a mis compañeros cuáles eran, en su opinión, los momentos más destacados del año pasado, y esto es lo que me respondieron:
- “Esperamos llegar a la graduación sin que antes haya otra inundación del campus”
- "Menciona que de mayor quiero ser como Vlad”
- “Cuando 10 de vosotros vinisteis a visitarme a mi residencia con la monja loca y nos hicimos selfies con Jesús después de que me atropellasen en plaza Catalunya”
- “No sé, odio la educación”
Pero, en general, todos coincidimos en que el viaje a Girona, nuestra “fiesta de los platos típicos” con nuestro querido profesor Mohammed y nuestra noche de fiesta con la clase de español han sido momentos memorables.
Nuestro viaje no ha estado exento de dificultades. Nos hemos enfrentado a nuestras tareas y proyectos finales, tanto en trabajos en grupo o en investigaciones individuales. Las noches sin dormir, las revisiones interminables y los momentos ocasionales de duda formaban parte del proceso. Sin embargo, aquí estamos hoy, no solo habiendo superado estos retos, sino habiéndonos hecho más fuertes gracias a ellos.
Conclusión:
A medida que avancemos en nuestra vida, llevemos con nosotros las lecciones que hemos aprendido y las amistades que hemos forjado. Sigamos celebrando nuestras diferencias al tiempo que encontramos la unidad en nuestro amor compartido por las artes. Ahora estamos equipados no solo con el conocimiento, sino con el coraje y la creatividad para marcar la diferencia en el mundo.
Por último, y para concluir, queremos daros las gracias a todos por este hermoso año, gracias por todas las experiencias vividas y, lo que es más importante, gracias por elegirnos para representaros hoy aquí, nos sentimos realmente honradas. ¡Esperamos que disfrutéis de la noche!
Areen Karim y Olesia Gretskaia
Estimados miembros de la Facultad, profesores, colaboradores, queridos gestores culturales y compañeros de clase, familias y amigos,
¡Bienvenidos! Hoy es un día que marca un momento importante en nuestras vidas: nuestra graduación. Es un honor y un privilegio dirigirnos a todos ustedes en este momento tan especial y emocionante.
Agradecimientos a los profesores
Queremos comenzar expresando nuestro más profundo agradecimiento a todos los profesores y profesoras que nos han acompañado en este viaje académico. Su dedicación y pasión por enseñar han dejado una huella imborrable en nosotros. Han sido mucho más que educadores; han sido mentores que nos han inspirado a pensar críticamente, a cuestionar lo establecido y a buscar siempre nuevas perspectivas.
Recordamos con cariño los primeros días de clase, cuando todos estábamos llenos de nervios y expectativas. Sin embargo, gracias al entusiasmo y la apertura de un curso lleno de diversidad cultural y ganas de aprender, pronto nos sentimos como en casa. No podemos olvidar a la profesora Isabel Villanueva, quien nos enseñó que: “Lo importante no es lo que digas, sino cómo lo comuniques”. O, a Joaquina Bobes, la mejor para hacerte dudar hasta de tu nombre para mejorar el proyecto. Sus enseñanzas y las de otros nos desafiaron a salir de nuestra zona de confort y a convertirnos en mejores gestores de la cultura.
Agradecimientos a familias y amigos
Hoy también es un día para reconocer a nuestras familias y amigos que su apoyo incondicional ha sido fundamental para llegar hasta aquí. Nos han acompañado en los momentos de estrés, han celebrado con nosotros nuestros logros y nos han brindado consuelo en los momentos difíciles. A ellos, les debemos gran parte de este éxito.
Agradecimientos al personal de la Universidad
No podemos olvidar a los colaboradores y el personal del máster en Gestión Cultural. Cristoph, Claudia y Paloma: cada uno de ustedes ha contribuido a crear un entorno propicio para nuestro crecimiento académico y personal. También queremos dar las gracias a Maite, por su paciencia y su alegría, por prepararnos siempre los cafés con una sonrisa y por siempre darnos ánimos. Sus trabajos muchas veces pasan desapercibidos, pero son esenciales para el funcionamiento del máster y para nuestro éxito.
Reflexiones y experiencias
Compañeros y compañeras, hoy cerramos un ciclo muy especial en nuestras vidas. Este es un momento agridulce. Por un lado, celebramos haber alcanzado nuestras metas académicas, pero también sentimos tristeza al darnos cuenta de que nuestros caminos pueden empezar a separarse. Sin embargo, los lazos que hemos formado aquí son fuertes y duraderos.
Al principio, muchos de nosotros nos cuestionamos si estábamos haciendo el máster correcto, y si realmente estábamos a la altura del resto de personas de la clase porque todos parecían tener un currículum impresionante. Pero con el paso del tiempo comprendimos que estamos aquí para aprender y ayudarnos los unos a los otros. El aula 501 ha acabado convirtiéndose en una segunda casa, donde hemos compartido bonitos y divertidos momentos. Donde cada uno tenía su propia silla, pero que como diría Ángel Mestres, algunos hemos sido terroristas, pero otros han sido auténticos apóstoles, como Vi ctor, y nadie se atrevería a quitarle su sitio.
Ha sido una experiencia positiva. En el ámbito personal, hemos adquirido muchos conocimientos y hemos conocido a gente increíble, tanto dentro como fuera de UIC Barcelona. Especialmente, hemos aprendido mucho sobre los museos. Es más, creo que todos estamos capacitados para hacer una tesis doctoral sobre el Museo del Chocolate de nuestro querido Paco. Y, sobre todo, hemos conseguido la forma física óptima por la cantidad de ejercicio físico que hemos hecho subiendo y bajando de la quinta a la segunda planta cada vez que queríamos ir a los servicios.
Importancia de la gestión cultural
Hablando de gestión cultural, ¿qué es exactamente? Algunos podrían pensar que es solo una forma elegante de decir que nos pasamos el día organizando fiestas y eventos con música y arte. Pero no, ¡es mucho más que eso! La gestión cultural es el arte de combinar creatividad y pragmatismo, de encontrar el equilibrio entre la pasión por el arte y la necesidad de hacer que funcione en el mundo real. Es como ser un malabarista en un circo, pero en lugar de pelotas, hay cultura, presupuestos y relaciones públicas.
La cultura es lo que nos hace humanos, lo que nos conecta con nuestro pasado y nos guía hacia el futuro. En la gestión cultural, hemos entendido que no solo se trata de preservar la cultura, sino de hacerla crecer y prosperar en un mundo en constante cambio. Somos los guardianes del patrimonio cultural, sí, pero también somos los innovadores, los emprendedores culturales que están dispuestos a desafiar lo establecido y crear algo nuevo y emocionante.
Mirando hacia el futuro
Entonces, ¿qué nos depara el futuro? Bueno, si hay algo que hemos aprendido durante este máster es que el futuro es tan impredecible como emocionante. Pero con nuestras habilidades en gestión cultural, estamos armados y listos para enfrentar cualquier desafío que se nos presente. Ya sea trabajando en un museo, organizando un festival de cine independiente o lanzando nuestra propia compañía de teatro, sabemos que tenemos las herramientas y la pasión necesarias para tener éxito.
Afrontemos el futuro con curiosidad, audacia y pasión. La pasión es esencial en el campo de la cultura, un sector que puede ser tan desafiante como gratificante. Sigamos compartiendo nuestras ideas, proyectos y sueños, porque es esta pasión la que nos impulsa a hacer del mundo un lugar mejor a través de la gestión cultural.
Conclusión
Finalmente, queremos dar las gracias de nuevo a todos los que han sido parte de este viaje: a los profesores, a la administración, a nuestros familiares y amigos, y, por supuesto, a nuestros compañeros. Sin ustedes, este logro no habría sido posible.
Para cerrar, nos gustaría compartir una cita de la catalana Margarita Xirgu i Subirà, actriz y directora teatral: “No soñar, no esperar, no creer en alguna cosa... es como no existir”. ¡Así que creamos en nosotros mismos y creamos en la cultura!
Gracias y felicidades a todos. ¡El futuro nos espera!
Agradezco profundamente y me siento muy honrado de que la Facultad de Humanidades de la Universitat Internacional de Catalunya me haya invitado a participar en la graduación de la promoción del 2023-24.
Impresiona dirigirme, a finales de mi trayectoria profesional, a todos vosotros que estáis a punto de comenzarla. Y la empezaréis enfrenándoos a un panorama inquietante, pero también apasionante, inmerso en las grandes transformaciones generadas por la Revolución Digital, suponiendo que ninguno de vosotros ha conocido un mundo totalmente analógico.
Los primeros ordenadores aparecieron hacia los años ’50 del siglo pasado, es decir, más o menos cuando yo nací. Treinta años más tarde, IBM presentó el concepto de PC, el personal computer, con el objetivo de popularizar la informática. Hacia el 1985 tuve mi primer ordenador, que únicamente funcionaba como procesador de texto. El advenimiento de dos proyectos competidores: el Apple-Macintosh y el Microsoft Windows, y la aparición de los ordenadores portátiles representaron la universalización de la informática a todos los niveles, tanto en el ámbito profesional como en el doméstico.
Fundamental para la implantación de todo ello fue la obertura al acceso público de la World Wide Web en 1993 y, dos años más tarde, la integración de Internet Explorer al sistema operativo Microsoft Windows. La aparición casi simultánea del paquete de Microsoft Office, incorporando Outlook como gestor de correo electrónico, y diversas aplicaciones ofimáticas (Word, Excel, PowerPoint y Access), completaron el proceso.
Los sistemas analógicos de grabación y reproducción del sonido evolucionaron desde los fonógrafos (1877) y los gramófonos con discos de piedra (ca. 1880) hasta los tocadiscos de vinilo (ca. 1950), siendo parcialmente desplazados por los magnetófonos de bobinas y, a partir de la década de los años ’60, por los de cassettes. La conversión digital comenzó a partir de 1980-82 con la aparición de los discos ópticos (CD, DVD y BlueRay), siguiendo con el desarrollo del formato de audio digital MP3, en los años ’90. Su integración en los reproductores IPod de Apple (2001), con ITunes como a aplicación de gestión, marcó el inicio de la desvinculación de los contenidos, por un lado, i de los soportes físicos, por el otro, hasta llegar a los servicios de música en streaming, como Spotify (2008) o Apple Music (2015).
También la fotografía y el vídeo pasaron, en un plazo de tres décadas (1975-2005), de los formatos analógicos a los digitales. Lo mismo ha sucedido cona la televisión y las telecomunicaciones, que han pasado de las cadenas con una programación cerrada (en el año 1956 comenzaron las emisiones de TVE, con un único canal y un horario des de mediodía hasta la noche) a la creación de múltiples plataformas de productos audiovisuales sobre demanda y a la aparición de lugares web, como YouTube (2006), para compartir contenidos propios o ajenos.
Paralelamente, la telefonía se fue transformando. Antes, si querías hablar con alguien, llamabas al teléfono de su casa; si no estaba, al teléfono del trabajo o si no al de casa de sus padres ... A principios de los años ’80 aparecieron los primeros teléfonos “móviles”, de la medida de un paquete de hojas de papel DinA4, necesariamente vinculados a automóviles. Tres o cuatro años después Motorola presentó el primer móvil compacto, del tamaño del zapato de un jugador de básquet y una autonomía de una hora de conversación u ocho horas en espera. El primer móvil, de la medida de una botellita de agua, entró en casa en 1997 y lo compartíamos mi mujer y yo. En el año 2000 salieron las primeras versiones que podían ser consideradas “smartphones”, un concepto que sería plenamente desarrollado el año 2007, con la aparición del IPhone, y el año siguiente con los aparatos basados en el sistema operativo Google Android. En 2010, la introducción del IPad, marcó el inicio del fin de la diferenciación entre el móvil y el ordenador. El perfeccionamiento de los servicios de mensajería, des del SMS de los años ’90, hasta WhatsApp de 2009 ha representado un gran avance para la comunicación personal, compitiendo, en determinados supuestos, con el correo electrónico. La incorporación en los teléfonos móviles de múltiples prestaciones, como las cámaras fotográficas o los reproductores audiovisuales, e infinitas aplicaciones de gestión, identificación y entretenimiento, ha eliminado le especificidad de los diferentes aparatos históricos y ha convertido los móviles en verdaderas herramientas polivalentes, absolutamente indispensables para nuestras actividades personales, sociales y profesionales.
Quizás no tan evidente, pero no menos transcendental, está siendo la digitalización de los procesos de obtención de las materias primeras y su transformación por parte de la industria, así como en otros campos esenciales, entre los que destacan la medicina, el transporte, la administración pública o la banca. La progresiva robotización y automatización de estas áreas está generando un aumento de la productividad, pero también hace prescindible mucha mano de obra, con la dramática consecuencia del crecimiento del paro... O, si lo miramos desde otro punto de vista, podemos decir que libera recursos humanos.
Esto ya pasó en el siglo XIX, a resultas de la Revolución Industrial. La irrupción del vapor como fuerza motriz y la mecanización de muchos procesos de fabricación provocó grandes conflictos sociales. Los trabajadores veían las “selfactines” (Self-Acting Machines) como enemigas, con el resultado de huelgas salvajes, incendio de fábricas y destrucción de maquinaria. Pero la necesidad de una redistribución de la riqueza, para asegurar la capacidad adquisitiva de la población en general, generó un trasvase en cascada de los sectores primario (obtención de materias primeras) y secundario (industria y construcción) hacia al terciario (servicios), dando lugar a un verdadero boom de ocupaciones en campos como la medicina, la abogacía, la docencia, la restauración, la hotelería, el transporte, la asesoría, la gestoría, la administración pública, la política o la banca y también en las humanidades, entre las cuales la historia del arte. Así mismo, si a principios del siglo XIX los sectores primario y secundario requerían del 90% de la población, a finales del siglo XX se habían reducido al 30%.
En paralelo hubo un proceso de reducción de la jornada laboral. Si a mediados del siglo XIX podía ser de 10 a 14 horas diarias, 6 o incluso 7 días a la semana, después de la Primera Guerra Mundial la jornada de 8 horas diarias y 40 horas a la semana comenzó a ser implantada en la mayoría de los estados occidentales. Actualmente, el gobierno español está negociando con los representantes empresariales la implementación de la jornada de 37,5 horas semanales, aunque ya hay países en que se ha reducido a las 30 o 33 horas. Es decir, que la población dispondrá cada vez de más tiempo libre y requerirá de productos de ocio, que tendrán que ser generados por nuevas iniciativas de gestión del entretenimiento, el turismo y la difusión cultural.
I no quiero dejar de citar la Inteligencia Artificial, que representa toda una aceleración exponencial, con posibilidades desconocidas e inquietantes, de la Revolución Digital, y que comportará una ineludible liberación de recursos humanos. Unos recursos que ya están derivando hacia un nuevo sector de la economía, el sector cuaternario, que integra servicios intelectualmente especializados, como la investigación científica (incluyendo las humanidades y la historia del arte), el desarrollo tecnológico, los servicios de información y comunicación (que compran periodistas, gestores de redes sociales o también nuevas figuras como los “influencers”.
En resumen, que no hay que tener miedo al futuro ni a los cambios ya que toda innovación tecnológica comporta un amplísimo abanico de oportunidades estimulantes que tendréis que descubrir y aprovechar (siempre que se puedan implementar todas las defensas necesarias para contrarrestar la vulnerabilidad inherente a las redes eléctricas y de comunicación.