El acto de graduación disfrutó, además, de la presencia del Dr. Lluís Giner, decano de la Facultad de Odontología; del Dr. José Nart, vicedecano de Investigación, y de la Dra. Sandra Fernández, vicedecana Institucional. Después de unas palabras de bienvenida, el decano se dirigió a los nuevos alumni y doctores animándolos a “trabajar en equipo y no dejar de formarse, puesto que en una profesión como la nuestra –dijo– el conocimiento avanza rápidamente y hay que avanzar con este para tratar a los pacientes de forma multidisciplinar”.

Después de estas palabras, se procedió a la entrega de diplomas y a la investidura de los nuevos doctores. Seguidamente, realizaron sus parlamentos los representantes de los estudiantes, tanto de grado como de posgrado y máster, y de los recién doctorados.

La Sra. Ana Pastor, médico y presidenta del Congreso de los Diputados, fue la encargada de hacer el discurso de conclusión. En su intervención, Ana Pastor felicitó a los ya odontólogos por la nueva etapa que inician y también: “a todos los profesores que hacen que esta universidad sea un referente dentro de la comunidad educativa por su calidad y excelencia”.

Desde su experiencia personal y política como médico y ministra de Sanidad, recordó a los nuevos profesionales que pertenecen a la generación mejor formada y que se incorporan a un sistema sanitario español que celebra sus 40 años de existencia. Cuatro décadas en las cuales se han logrado grandes hitos en el ámbito de la salud y el bienestar, destacando especialmente el incremento de la preocupación y la atención a la salud bucodental entre la población española.

La odontología es una especialidad sanitaria altamente valorada en la cual los profesionales que la practican tienen que contar con una excelente formación y unos importantes principios éticos. En palabras de la madrina de la promoción 2017, “valores como el respeto, la exigencia, el diálogo, la ejemplaridad y la tolerancia son fundamentales para poder adaptarse a los constantes cambios que experimenta nuestra sociedad”.

El acto acabó con el tradicional canto del Gaudeamus Igitur.