11/10/2022

Clàudia Rossy: “El uso masivo de Instagram ha aumentado los trastornos de conducta alimentaria”

Así lo ha explicado la profesora del grado en Psicología de UIC Barcelona y profesional de la Clínica Support, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental

El uso masivo de Instagram ha aumentado alrededor de un 30 % en comparación con los datos prepandemia los trastornos de conducta alimentaria entre jóvenes y adolescentes, según ha explicado Clàudia Rossy. Una de las causas de este aumento es la utilización de filtros que reducen centímetros del cuerpo y corrigen imperfecciones, junto con el acceso a perfiles que promueven la pérdida de peso y el deporte. 

Rossy ha explicado que, en la actualidad, los trastornos de conducta alimentaria en España tienen una tasa de prevalencia en la población adolescente de entre un 4,1 y un 4,5 % entre los 12 y los 21 años. La bulimia, con el 0,8 %, es el más diagnosticado, seguido de la anorexia, con el 0,3 %. Sin embargo, el trastorno de la conducta no especificado se sitúa en el 3,1 % en la población femenina de esa franja de edad.

Al margen de estos trastornos, la profesora ha destacado que, en general, el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 24 años con problemas de salud mental se ha duplicado entre los años 2020 y 2021, y ha recordado que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte entre la población joven en Europa. En el caso de España, el 20,8 % de los adolescentes padece algún tipo de problema mental diagnosticado, lo que sitúa el país como líder europeo con mayor prevalencia entre niños, niñas y adolescentes.

Por sexos, la ansiedad y la depresión son más frecuentes en las chicas, mientras que entre los chicos es más común padecer el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y trastornos de la conducta. En cuanto a las franjas de edad, los milenials (24-39 años) son la generación que más declara haber sufrido una reducción en su nivel de ingresos a raíz de la pandemia, la más afectada por la pérdida de empleo, un hecho que ha supuesto un importante factor de estrés. En cambio, la generación Z (16-23 años) es la más afectada anímicamente. 

La especialista ha lamentado que existan distintos factores que dificulten que los jóvenes pidan ayuda, como por ejemplo la saturación del sistema público de salud mental. 

Imagen: © Rawpixel.com / Freepik

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