Salvador Vidal, vicedecano de la Facultad de Educación, fue quien dio inicio al acto, usando una metáfora –el “viaje por el mundo de la Educación”– para referirse a esta nueva etapa de los ya graduados. “Este viaje –dijo a los nuevos graduados– puede durar varios años, así que poneos el cinturón de los conocimientos de la ética, los valores y de la formación continuada”.

En la lección magistral, bajo el título “El amor, clave de bóveda de la pedagogía”, el catedrático Conrad Vilanou remarcó la importancia de los maestros: “A partir de hoy tendréis voz para guiar los pasos de estos niños que ahora se encuentran en el proceso inicial de su escolarización y formación”. En este sentido, los animó a no olvidar la trayectoria personal de cada uno, para hacerse a la situación de los niños a su cargo: “Todos, antes de ser maestros, hemos sido alumnos; del mismo modo que antes de hablar, tuvimos que escuchar”.

Por último, tras el discurso de la delegada, la decana de la Facultad, Esther Jiménez, remarcó que “ser maestro no consiste solo en ser un buen profesional”. “Tendréis en vuestras manos –les dijo– a las personas más frágiles, más curiosas, más dinámicas, más sinceras y con más capacidad de sorprendrese”.

El acto concluyó con la entrega de diplomas a los recién graduados y con un refrigerio.