En la charla, dirigida por Alfonso Méndiz, decano de la Facultad de Comunicación, Cotelo explicó su trayectoria profesional y los inicios de Infinito más uno. Destacó la importancia de Dios en sus trabajos, “causante y protagonista de sus filmes y documentales”, con palabras suyas.

El director explicó que el hecho de que Dios sea el porqué de sus películas tiene una única finalidad: servir al espectador, utilizando las mismas herramientas que se necesitan para contar una historia de dibujos animados, o hacer un estudio de campo de economía o política. En La última cima, por ejemplo, habla de la vida de un sacerdote muerto en las montañas aragonesas.

Su motor es fiarse de lo que cree que es positivo para él. Apostar siempre por lo que siente en su interior y sabe que es una verdad. “Fíate, porque aquel sensor es cierto –afirmó Cotelo. Ya puede venir el mundo entero a decirte que no. No hay sufrimiento peor que el de no intentar lo que sabes que tienes que intentar”.

Actualmente, está trabajando en El mayor regalo, una película testimonial con un solo mensaje: el perdón. Muestra varias historias de países como Colombia, Francia y Guinea Ecuatorial, protagonizadas por gente que pide perdón y perdona. Uno de los protagonistas de este film es un exlíder de una organización criminal que había acabado con la vida de miles de personas y refleja su necesidad de pedir perdón por lo que ha hecho.

Los filmes de Cotelo se han difundido por todo el mundo: Mary’s Land, por ejemplo, se ha estrenado en veintisiete países y La última cima, en dieciocho.