La identificación precoz de personas que sufren una infección de transmisión sexual (ITS) ayuda a disminuir la cadena de transmisión y a prevenir nuevas infecciones. Sin embargo, cuando el afectado revela la identidad u otros datos de sus contactos al personal sanitario puede estar vulnerándose el derecho a la protección de los datos de las personas, lo que tendría repercusiones legales. 

 

El Dr. Antoni Macaya, profesor de Dermatología y Venereología del Grado en Medicina, ha liderado el estudio titulado “Confidencialidad de datos, secreto profesional y búsqueda de contactos en infecciones de transmisión sexual” en el que explora el marco jurídico y los problemas que pueden surgir en la búsqueda de contactos con infección de transmisión sexual.

 

Publicado recientemente en la revista Medicina Clínica, el artículo estudia estos problemas revisando la legislación vigente e incidiendo en la importancia de que sea el propio paciente diagnosticado de una ITS quien informe a su pareja y contactos. “De este modo se podrán armonizar la legislación y los protocolos que se están implementando ya en otros países, con el objetivo de mejorar las estrategias de las búsquedas de contactos de personas con ITS”, explica el Dr. Macaya.