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Expertos recuerdan que la adicción a internet puede causar daños similares a los que provoca la cocaína o el alcohol
La II Jornada Adolescentes Digitales organizada por el Máster en Ciberdelincuencia de UIC Barcelona ha analizado con expertos el efecto de las TIC a nivel neurológico, emocional y de conducta.
Expertos en psicología han recordado este lunes en la II Jornada Adolescentes Digitales de UIC Barcelona que la adicción a internet puede causar daños cerebrales similares a los que provoca la cocaína o el alcohol. La doctora en psicología Irene Montiel ha recuperado el estudio publicado por la Academia China de Ciencia para puntualizar ante más de 300 asistentes que la correlación sigue más vigente que nunca.
En la jornada organizada por el Máster Universitario en Ciberdelincuencia de UIC Barcelona, Montiel ha analizado el efecto de las TIC en los adolescentes a nivel neurológico, cognitivo y psicosocial. En este sentido, la experta ha puntualizado que esta adicción a internet puede provocar déficits en las emociones, la atención ejecutiva, la toma de decisiones y el control de impulsos. En concreto, el exceso de redes sociales en niños de 10 a 12 años produce una atrofia en la percepción o decodificación de las señales emocionales, e interfiere así en el desarrollo de la inteligencia emocional.
La criminóloga experta en victimización en línea infantojuvenil también ha señalado que cuando una persona recibe un “me gusta” en las publicaciones de redes sociales, automáticamente obtiene una descarga de dopamina. “A diferencia de las drogas, el abuso de las TIC no solo está aceptado socialmente, sino que además no provoca resaca, por lo que reconocer el problema y trabajar con las personas que lo padecen es realmente complicado”, ha subrayado.
Por otro lado, también ha señalado que muchos adolescentes sienten envidia, frustración y tristeza al compararse con otros perfiles. Montiel se ha apoyado en otros estudios científicos para explicar que los adolescentes pueden desarrollar ansiedad cuando no están conectados o temen quedarse sin cobertura o sin batería. Además, la psicóloga ha apuntado que “el exceso de selfies entorpece las relaciones interpersonales” y produce sentimientos de desplazamiento y estrés por tener que estar siempre “listos para sonreír”. Este hecho genera mucha “frustración por comparación”, tal y como constata el estudio de 2013 de la Universidad de Birmingham liderado por David Houghton.
Todo ello, está derivando en otros problemas de salud como la ansiedad, problemas de sueño o de autoestima, la dificultad de concentración o la hipervigilancia. También, en síndromes más específicos como la Nomofobia –la fobia a no tener el móvil–, el síndrome FOMO –miedo a estar desconectado, a perderse algo–, el síndrome del postureo, el exhibicionismo patológico, la epidemia narcisista o el hikikomori, una fobia grave a socializar cara a cara.
Aprendizaje con los cinco sentidos
La II Jornada Adolescentes Digitales también ha contado con la presencia del magistrado de la Audiencia Nacional y experto en ciberdelincuencia y compliance, Eloy Velasco. El experto también ha sostenido que, en el ciberacoso, la víctima se siente normalmente incapaz de salir de la situación y cree, incluso, que se lo merece. “No juzguemos a la víctima, juzguemos al agresor”, ha puntualizado.
La investigadora y divulgadora de temas educativos Catherine L’Ecuyer ha sido otra de las ponentes invitadas a la II Jornada Adolescentes Digitales. Otros participantes de la jornada han sido el coach y asesor especializado en adicción y trastornos de conducta en adolescentes Pedro García; el secretario general del INCIBE, Francisco Pérez; la presidenta de la Asociación de Consumidores de Medios Audiovisuales TAC, Anna Plans; el abogado José M.ª Marqués y el director del Máster Universitario en Ciberdelincuencia y abogado penalista en Molins & Silva, José Ramón Agustina.