01/06/2017

Ildefonso Falcones: "La buena escritura se debe a un trabajo voluntarioso, nada de inspiración"

Uno de los escritores barceloneses más conocidos a nivel nacional e internacional, Ildefonso Falcones, estuvo el pasado martes 30 de mayo en UIC Barcelona, en una charla en la que habló de las dificultades de ser escritor, del difícil mundo de las editoriales y de la vida extraliteraria del novelista. La agrupación Paideia, formada por alumnos de Humanidades, fue la encargada de traer al creador de La Catedral del Mar.

Falcones, licenciado en Derecho, no vino a dar una conferencia, sino, como dijo, “a dialogar con el público”. El, durante años, abogado, y hoy, novelista, declaró: “de joven quería ser escritor, pero mi madre me dijo que primero estudiara algo y que luego hiciera lo que quisiera. Es el mejor consejo que me han dado nunca”. Y es que el mismo Falcones habló de las dificultades que supone dedicarse a la escritura. Para escribir su mayor éxito, La Catedral del Mar, tardó cinco años, y para que una editorial quisiera apostar por la obra, tres años más. Aseguró también que “la buena escritura se debe a un trabajo voluntarioso, nada de inspiración”, desmitificando esa imagen romántica que mucha gente tiene del escritor. Dejó el trabajo de abogado y ahora se dedica únicamente a escribir.

Además explicó a los alumnos, profesores y personal de la Universidad el complicado mundo de las empresas editoriales. Aunque es considerado uno de los mejores novelistas históricos del momento en España, a Falcones le han rechazado muchos trabajos, que las editoriales quizás ni se han leído. “Lo esencial es que a alguien con credibilidad dentro de la empresa le guste”, manifestó el escritor barcelonés. Pero también defendió lo positivo de trabajar con un editor, “un especialista que trabaja contigo y te ayuda a mejorar”.

Cuando le preguntaron cómo se aprende a escribir, Falcones criticó la mala visión que hay en España de las escuelas de escritura, que es de lo más normal en Estados Unidos, pues “los pintores van a escuelas de arte y los músicos, al conservatorio.” También aseguró que es importantísimo leer mucho.

Finalmente, desveló que el escritor no es esa figura que tenemos tan mitificada, que vive en la soledad y escribe cuando le llega la inspiración. El novelista es cualquier persona, alguien corriente, de la calle, que en la mayoría de ocasiones tiene familia y compagina su trabajo con la escritura.