05/10/2018

La exalumna Sorina Brasoveanu concurre como finalista a la séptima edición de los Premios Schindler de Arquitectura

El jurado ha seleccionado su trabajo final de carrera “Drone City” por contemplar la accesibilidad en todas las escalas del proyecto

Sorina Brasoveanu, graduada el curso pasado por UIC Barcelona School of Architecture, ha sido elegida finalista de la séptima edición de los Premios Schindler de Arquitectura, que se fallarán en Madrid el próximo 25 de octubre. En su elección, el jurado del galardón ha destacado la calidad de su trabajo final de grado, titulado “Drone City”, que propone la conexión entre tres tejidos diferentes situados en la zona Franca, mediante una supraposición de capas que resuelven la accesibilidad de este ámbito tanto en el sentido horizontal como en el vertical. 

“Tanto en las rampas de acceso que son en sí parte del diseño arquitectónico como los patios de conexión, resuelven toda la accesibilidad que queda integrada en el proyecto”, asegura la exalumna.

Antes de su selección para los premios a nivel estatal, la exalumna Sorina Brasoveanu ya había resultado ganadora de este galardón a nivel local, una convocatoria en la que participaron escuelas de arquitectura de Barcelona, Valencia, Zaragoza, Valladolid, y Madrid. Ahora, tras haber superado esta primera prueba, los primeros y segundos finalistas de dichos premios se enfrentarán a la fase final en los Premios Schindler España de Arquitectura. 

“Estar en las últimas cinco finalistas de los premios Schindler, para mí es una gran recompensa a todo mi trabajo y dedicación de este año. Ver que mi trabajo y mis ideas innovadoras han sido valorados a nivel estatal me hace sentir  más que orgullosa y me da mucha fuerza para seguir adelante”, asegura Brasoveanu.

Según Enrique Rovira-Beleta, director del Área de Accesibilidad de UIC Barcelona School of Arquitecture: “Estar como finalistas en unos premios tan importantes como los Premios Schindler es el resultado de un año de trabajo en el que todos los profesores supervisamos los trabajos finales de grado de los alumnos desde la perspectiva de la accesibilidad”. 

En el caso del trabajo de Sorina Brasoveanu, Rovira-Beleta asegura que “la alumna plantea un proyecto que cumple todas las premisas de accesibilidad desapercibida. Es decir, plantea una arquitectura pensada para todas las personas y que contempla todos los sentidos, algo en lo que siempre insisto a nuestros estudiantes”.

El día 25 de octubre se conocerá el ganador del primer premio, que podrá optar a la realización de unas prácticas en un reconocido estudio de arquitectura o bien a la consecución de 12.000 euros en metálico.