Luiggi Sarrias, profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UIC Barcelona, ha publicado recientemente la novela La historia de Trece. El relato que él mismo define como de autoficción es un viaje por la publicidad de la mano de Trece, un niño que se encuentra sin amigos en una nueva ciudad, y un profesor y creativo del mundo del marketing, que enseñará al pequeño que la publicidad nos puede dar respuestas en muchos aspectos de nuestra vida, casi sin darnos cuenta.

“Es un libro escrito sin grandes pretensiones, que nadie busque la épica ni la literatura en él. La historia de Trece es para pasar el rato, un buen rato, para poder descubrir algo que mucha gente sabe o intuye, que es que la publicidad es el reflejo de la sociedad”, nos cuenta Luiggi al entrevistarle.

¿Cómo ha sido el proceso de escribir esta novela? Dices que tiene parte de autobiografía.

Yo digo que es una novela de autoficción, es decir, uno de los protagonistas se parece mucho a mí. Lo bueno es que al ser una novela me he podido “hacer” mejor de lo que soy… El proceso en sí fue sencillo, porque en ningún momento pensé que estaba escribiendo una novela que se publicaría. Era un archivo en el ordenador de ideas sueltas que tenían cierta continuidad y daban pie a que se pudiese hablar de publicidad sin sentar cátedra. Hablar de buena publicidad pensando que tu interlocutor es un niño. Un día se me ocurrió un final, que me pareció atractivo, y entonces sí que allí empecé a valorar la posibilidad de reescribirlo como el libro que es hoy.

¿Esto ha hecho que te resultara más fácil o todo lo contrario?

En cualquier caso, sí que a mí me ha resultado más complicado que escribir libros de temática de marketing, porque en esta ocasión me desnudo un poco en cosas que pienso, que hago, que digo… y eso me gusta, pero a la vez me da un poco de vergüenza.

Para seguir tu novela se necesita un móvil con lector de QR. Es una idea novedosa.

Hay libros que se apoyan en códigos QR para enseñar una canción determinada o un vídeo, libros prácticos de cocina, de magia, de música, de autoayuda, pero en una novela no es habitual. Además, hay que tener en cuenta que el visionado de esos códigos es bastante importante para seguir la trama del libro, en caso contrario se pierde mucho contenido interesante.

Es un libro para todos los públicos, pero ¿creado pensando en tus alumnos?

Esta es la pregunta más difícil. Efectivamente está pensado para todos los públicos, pero el hecho de que los protagonistas sean un profesor universitario de publicidad y un chaval con mala suerte hacen que se pueda percibir más para estudiantes.

Es para todos los públicos, pero me encantaría que mis alumnos lo leyesen, porque pueden aprender mucho, ver anuncios que tienen que conocer y pasar un rato entretenido con un mix de “lectura de libro-móvil” que me parece interesante que combinen de vez en cuando.