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Mn. Joan Costa: «La fe es la opción más razonable de vivir»
Decía el papa Ratzinger, en su discurso de La Sapienza, que la universidad nació con tres disciplinas: el derecho, que legisla sobre lo que se puede o no hacer; la filosofía, que dice qué es lo que se puede o no hacer, y la teología, que arroja luz sobre estas realidades. Lo explicaba el sacerdote Joan Costa -ingeniero y doctor en Teología- para hablar sobre la razonabilidad de fe, en uno de los actos que ha organizado la UIC durante este curso, con motivo del Año de la Fe convocado por el papa emérito Benedicto XVI.
Como recordaba el profesor Jaume Armengou, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UIC, al presentar al ponente, “estas actividades quieren propiciar un diálogo entre fe y razón, muy en concordancia con el lema de esta Universidad: ‘La verdad os hará libres’”. Libertad que será mayor en la medida en que me fíe de quien “merece mi confianza”, explicaba Costa. “Si quiero buscar la verdad –decía–, lo más razonable es buscar a un profesor que me ayude a encontrarla, si solo quiero fiarme de mi razón, me quedaré siendo un ignorante”.
Joan Costa –sacerdote de la archidiócesis de Barcelona, ??ingeniero en Telecomunicaciones por la Universitat Politècnica de Catalunya, licenciado en Teología por la Facultad de Teología de Cataluña, máster en Doctrina Social de la Iglesia por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en Teología Moral por la Universidad de Navarra– enfocó su conferencia en torno a grandes teólogos como Ratzinger y Von Baltasar, mirando de “tomar conciencia de hasta qué punto es razonable nuestra fe, que a menudo se ha querido abandonar al ámbito de lo que no es razonable, de los sentimientos”. “Quien opta por la fe –aseguraba Mn. Costa– obtiene a un interlocutor capaz de dar respuestas a las cuestiones fundamentales de la vida de cualquier persona, mientras que el ateo, si es plenamente coherente con lo que afirma, no las encuentra”.
En este sentido, la intención del ingeniero Costa no era demostrar la existencia de Dios, porque “no se puede, en el sentido matemático de la palabra: simplemente es mostrable; por lo que conocemos –explicaba– podemos intuir algunos de sus atributos”, como el ser trascendente, la no arbitrariedad de la creación, etc., y darnos cuenta de que el único motivo de su actuar es el amor. “Por eso, el cristianismo es la opción más razonable, vitalmente hablando, que hay en la historia de la humanidad, ya que es la única que habla de un Dios que se hace hombre y reclamó nuestra amistad”.
A partir de aquí, el profesor Costa habló de lo humano que es un acto de fe, “respuesta hacia aquella persona que me es digna de confianza”, y de la falta de espíritu científico de quien “opta por decir que lo que se escapa de mi mirada no es razonable porque no se puede mirar, y acaba metiendo a Dios fuera del mundo y, por lo tanto, fuera de la historia”. En cambio, continuaba explicando Mn. Costa, “la fe no es algo oscuro, sin sentido: fiarse de quien es el Amor es lo más razonable de todo y me abre la puerta a un mundo que me ayuda entender las injusticias, el dolor, el sentido de nuestra vida, etc.”
Finalmente, el ponente recogió toda la exposición remarcando que “la razón tiene diferentes medios para acceder a la verdad: ella misma, la confianza y la fe, que es la confianza en Dios. Por lo tanto –concluía–, la fe implica un acto de humildad con el que nos fiamos de Dios”.
La universidad nació con tres disciplinas...; “el problema es que, ahora, la ciencia se ha quedado sin los fundamentos, las luces que veíamos que nos da la teología sobre las realidades, y por eso, va a tientas”.