Oriol Mitjà, médico reconocido internacionalmente por haber desarrollado desde el centro médico de Lihir (Papúa Nueva Guinea) un tratamiento efectivo contra el pian, fue el padrino de la graduación de Medicina de este año. En su intervención, instó a los recién graduados a plantearse quienes son, qué quieren hacer con su vida y cómo quieren ayudar a los demás. “Cuando encontréis una oportunidad, no escojáis la vía más fácil, escoged siempre la que os dicte el corazón”, alentó el médico. 

 

En su discurso, Mitjà explicó cómo a raíz de una estancia de intercambio en la India descubrió su pasión por las enfermedades contagiosas, y aconsejó a los graduados: “Averiguad qué es lo que queréis hacer y poned todas vuestras fuerzas en conseguir vuestros objetivos”. También afirmó que “los médicos nos encontramos en un momento en el que, por primera vez en la historia, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de dar respuesta a problemas que durante muchos años no se habían podido solucionar”.

 

Como nuevos profesionales de la medicina, el padrino les recordó que existe un mundo de pobreza extrema donde se pueden realizar grandes progresos. “En Papúa Nueva Guinea la gente muere mucho más joven simplemente porque el gobierno no puede invertir suficiente dinero en salud”, afirmó, “por eso, os quiero animar a que, desde la medicina, también luchéis contra las injusticias sociales”.

 

Mitjà afirmó también que “asegurar la salud de las personas es el objetivo más noble que podéis tener como profesionales”. “Vosotros tenéis el conocimiento técnico para poder arreglar las cosas, y eso es una gran responsabilidad”, confesó el médico. 

 

Tras el discurso del padrino, tuvo lugar la entrega de diplomas de graduación y los discursos de los delegados del grado y máster. El acto fue clausurado por el decano de la Facultad, el Dr. Albert Balaguer, y acabó con el tradicional canto del himno universitario Gaudeamus Igitur.