La Facultad de Ciencias de la Comunicación de UIC Barcelona, en la que se imparten los grados de Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas y Comunicación Audiovisual, ha celebrado el acto de graduación con el profesor y presentador de informativos Ramon Pellicer como padrino de la promoción.

En su discurso, Pellicer ha reflexionado sobre como los alumnos finalizan sus estudios en la universidad: con “una mochila de prácticas y conocimientos teóricos”, que “hace falta llenar de experiencia, de sentido práctico”, y ha querido destacar que “justamente, la experiencia os ha de servir para proteger vuestra credibilidad, el bien más preciado de todo comunicador”.

El presentador ha señalado que “la comunicación lo une todo, es la necesidad de dar a conocer, de poner en contacto una realidad con otra: lo que pasa y los que quieren saber qué pasa”.  Ha confesado no haber alcanzado aún su objetivo, porque, argumenta, “el truco consiste en ponerlo cada vez lo más lejos posible, para obligarme a no dejar nunca de intentar”. Así, ha instado a los alumnos a “progresar, avanzar, ser decididos, valientes, capaces de arriesgarse y de aportar cosas”. Ha subrayado también la importancia del trabajo cooperativo: “Tendréis que poner vuestro talento al servicio de un equipo”.

Por su parte, el decano de la Facultad, Alfonso Méndiz, también se ha dirigido a alumnos, familiares y al claustro académico con un discurso en el que ha destacado el empoderamiento de la mujer. Méndiz ha expuesto las historias de tres mujeres pioneras en el mundo de la comunicación: Alice Guy, la primera persona en dirigir una película que contaba una historia, la primera en realizar efectos especiales y en concebir el cine como arte; Mathilde C. Weil, la primera mujer en fundar y dirigir una agencia de publicidad, y, por último, Emilia Pardo Bazán, una de las primeras mujeres periodistas —si no la primera— que hubo en España.

Estas mujeres, considera Méndiz, “supieron soñar y ver lo que otros no veían: tuvieron visión, horizontes amplios; descubrieron un proyecto personal, que iluminaba su vida y la de los demás, y a él entregaron todas sus energías”. Además, ha señalado que también “supieron luchar, renunciar al conformismo” durante toda una vida. Mujeres que, en definitiva, “no buscaron el éxito, sino la excelencia” y sus obras “nos han hecho mejores”, en palabras del decano.

Tras los discursos se ha hecho entrega de los diplomas de graduación, seguido de las palabras de los delegados de la promoción en una ceremonia que ha culminado con el canto del himno universitario, Gaudeamus Igitur.