El principal problema de los implantes dentales estrechos es su poca resistencia a la fatiga, que se traduce en roturas a los pocos ciclos de vida. El motivo son los diversos factores que afectan a su ciclo de vida como el material del que están hechos hasta su forma y su superficie. Sin embargo, el estudio “
Fatigue of Narrow Dental Implants: Influence of the Hardening Method”, liderado por UIC Barcelona, ha demostrado que se puede evitar que las grietas de fatiga se propaguen y acaben rompiendo el implante, gracias a la variación de la composición del material con el que están hechos. En el trabajo han participado Xavier Gil y Román Pérez, investigadores del Bioengineering Institute of Technology, junto a Jordi Gargallo y Pablo Altuna, investigadores de la Facultad de Odontología. El artículo ha sido publicado recientemente en la revista científica
Materials.
Tal y como explican los autores en el estudio, a través de los nuevos tratamientos de endurecimiento del titanio se pueden superar las limitaciones mecánicas de los implantes estrechos convencionales en condiciones dinámicas. “Estos tratamientos de endurecimiento permiten el diseño de implantes dentales estrechos con una mayor vida de fatiga y un mejor comportamiento a largo plazo”, aseguran los investigadores.