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'Salvatore' Aragonés: homenaje a un periodista de raza con motivo de su jubilación
El profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, y antiguo decano, Salvador Aragonés, ha recibido este miércoles 30 de mayo un homenaje en la UIC con motivo de su jubilación. El acto, presidido por el rector Pere Alavedra, fue muy cercano y emotivo, y contó con una laudatio por parte del actual decano Iván Lacasa, y con un discurso a cargo del propio Salvador, quien hizo emocionar al auditorio.
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Impresiones
de un antiguo cliente en el homenaje al profesor Salvador Aragonés en su
jubilación
En el inicio del acto, el rector de la UIC, Pere
Alavedra, ha señalado al periodista que jubilarse proviene de júbilo,
alegría, más allá de otras consideraciones de esta etapa de la vida. Estas
palabras han precedido la laudatio del acto académico, a cargo de Iván
Lacasa, decano de la Facultad, que ha destacado que en la carrera profesional
del primer decano de Comunicación en la UIC, su estancia de ocho años de
corresponsal en Roma es lo que ha marcado de forma cualitativa a este periodista
y doctor (por la Universidad de Navarra y la UIC, respectivamente). Entre sus
méritos profesionales, ha destacado su labor al frente de la delegación
catalana de Europa Press (pasó de tener a diez personas bajo su mandato a
cincuenta), su prestigio profesional y su reconocida honestidad, así como su
gran capacidad para delegar y apostar por equipos jóvenes, junto a scoops,
como el nombramiento de Juan Carlos como sucesor de Franco y la célebre
frase "tranquil, Jordi, tranquil" del 23-F. Como
síntesis, el decano ha citado las palabras de un gurú del homenajeado, Emil Dovifat,
"el periodista obra, interpela".
"El que hace"
En el parlamento de respuesta, Salvador Aragonés ha destacado que como enseñanza profesional —en el óptimo académico— debe pasarse de la
praxis a la empiria. No será por casualidad que esta perspectiva coincida con
la voz agencia: el que hace (copypasteando el Diccionario Usual
de la Real Academia Española, "agencia" proviene del latín agent?a,
de agens -entis). Y lo primero que debe saber hacer un periodista es
sintetizar cualquier buena historia en un titular que haga que la noticia sea
leída. Junto al hecho de ser periodista de agencia, "Salvatore" —como
era conocido por sus colegas en Roma— ha reconocido que esa etapa le marcó
profesionalmente, circunstancia que le ha permitido conocer multitud de
personas. Ha desgranado diferentes anécdotas, como haber sido confundido en una
ocasión, al pronunciar con gran precisión el nombre ruso "Vladimir", con
un espía ruso por una fuente vaticana.
Vida y fuerza
Aragonés ha subrayado que el periodismo es vida, y
que su ejercicio profesional requiere virtudes (palabra cuyo origen etimológico
proviene de fuerza), así como la estimación a las personas y a la verdad
en el pleno ejercicio de la libertad, entendida como una potencia intelectual
que reside en el interior de la persona, y que, para algunos, es una marca
trascendente.
En este sentido, el periodista debe apoyarse en
tres pilares o competencias: el texto
(el lenguaje como instrumento para contar), el contexto (disponer de profundidad en un amplio compendio de
materias para saber interpretar el alcance e interés de los hechos para las personas)
y las fuentes, sin las cuales el
periodista es “como un árbol sin hojas”.
Por otra parte, el profesor Salvador Aragonés ha
resaltado la trascendencia académica de la labor de los colectivos formantes de
la comunidad universitaria, como el Personal de Administración y Servicios
(PAS), especialmente relevante al fraguar la nueva Facultad de Comunicación que
a él le correspondió como primer decano en la UIC.
Last but not least
En el plano más personal, Aragonés se ha
autodefinido como un "català, mig romà i navarrès" y se ha
despedido apelando al refrán inglés "last but not least" (“último,
pero no menos importante”), y a su familia —su mujer y sus ocho hijos—, que es
la que le ha hecho posible superar las vicisitudes y vaivenes de su carrera
profesional, y sin la cual no hubiera sido capaz de hacer muchas cosas.
Texto escrito por Toni Fité, profesor
conferenciante de la UIC
En
1998, al estudiar y finalmente contratar los servicios para un proyecto
editorial que dirigía, conocí a Salvador Aragonés (Vinyols i els Arcs, 1942), entonces delegado en Cataluña de Europa Press. Él resolvió con
gran profesionalidad los distintos frentes en un momento en que Internet era
algo absolutamente pionero. Desde entonces he seguido con interés y simpatía su
trayectoria profesional y me ha encantado tener la oportunidad de acudir al
acto académico de homenaje, al ser también profesor conferenciante de la
Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UIC.