Las prácticas escolares son un elemento fundamental y el eje básico de la formación inicial de los maestros. Una formación que os permite entrar en contacto con diferentes instituciones que enriquecerán vuestro bagaje personal y profesional.

Se incluyen en el módulo obligatorio del Prácticum de los estudios de Grado en Educación Infantil y Grado en Educación Primaria y representan cerca del 20 % de la formación inicial. 

Se organizan en periodos de alternancia (segundo y tercer curso) y en periodos intensivos (cuarto curso) y tienen una carga lectiva de 44 créditos que se distribuyen en tres asignaturas: Prácticas Escolares I, Prácticas Escolares II y Prácticas Escolares III.

La finalidad es formativa y ha de permitir comprender e interpretar la relación entre el trabajo en la escuela y la teoría impartida en el aula. No se trata de aplicar únicamente los conocimientos académicos, sino de reflexionar y ponerlos en práctica para favorecer el desarrollo personal y profesional que se concreta en los siguientes objetivos:

  1. Generar competencias profesionalizadoras para mejorar la práctica docente en el aula
  2. Potenciar la reflexión crítica sobre el sentido y la profundidad de la docencia

Comisión de prácticas

Tutorías