En total, quedaron doce finalistas (diez mujeres y dos hombres) que representaban las doce universidades catalanas. Los participantes tenían que comunicar en público de forma atractiva, el objeto de su tesis doctoral en cuatro minutos.

La clave era el esfuerzo de síntesis y el cambio de registro de los contenidos de la tesis, a fin de no perder rigor, pero haciéndola accesible a un público general en pocos minutos.

Todos los participantes eran doctorandos de, al menos, segundo curso. Ninguno de ellos podía haber defendido la tesis antes de la presentación de solicitudes en su universidad. El concurso se desarrolló en dos fases: la primera consistió en una eliminatoria previa en cada universidad (con un total de 133 participantes en las doce universidades) y la segunda, la final del 6 de junio, en la que compitieron los ganadores de cada universidad.

Se otorgaron tres premios a las mejores presentaciones: primer premio, con una dotación de 3.000 euros, que fue para Alicia Sánchez, doctoranda de la Universidad Pompeu Fabra; el segundo premio, dotado con 2.000 euros, fue para Gabriela Montiel, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y el premio del público, de 1.000 euros, para Abril Sánchez, doctoranda de UIC Barcelona.

El jurado estaba formado por Rafael Marín, director general de la Fundació Catalana para la Investigació i la Innovació y doctor en Lingüística; Mercè Jou, secretaria general del Consell Interuniversitari de Catalunya; Tomàs Molina, jefe de Meteorología de Televisió de Catalunya, físico y periodista; Elsa Velasco, periodista científica en Big Vang (La Vanguardia) y máster en Comunicación Científica, y Sònia Fernández Vidal, doctora en Óptica e Información Cuántica, escritora y divulgadora.

El concurso contó con el apoyo de la Generalitat de Catalunya y de Movistar Centre.