23/09/2014

Anna Wennberg, madrina de promoción, a los nuevos graduados de Educación Infantil: «Disfrutad de lo que os espera»

El pasado 3 de julio tuvo lugar en el Aula Magna de la UIC la graduación del segundo grupo de Educación Infantil. El acto fue apadrinado por la directora del Parvulario Nuestra Señora, Anna Wennberg.

El acto comenzó con la intervención de Maite Fuertes, vicedecana de la Facultad de Educación, que hizo conscientes a las alumnas de que ese día no lo olvidarían nunca e insistió en que el acto “era el inicio de un largo camino”, en el sentido que un maestro tiene que formarse continuamente.

Definió la escuela, lugar donde lo más seguro es que desarrollen su carrera profesional, como “un cohesionador social” y añadió que, ante el escenario actual, los maestros “deben saber estar a la altura de las circunstancias y orientar la tarea hacia el alumno”.

A continuación, fue el turno de la madrina de la promoción, la directora del Parvulario Nuestra Señora, pedagoga y madre de familia, Anna Wennberg. Comenzó haciendo referencia también a la formación continua. A lo largo de su discurso remarcó la importancia de los padres en la tarea educativa: “Ellos son los primeros y más importantes en la tarea educativa de un hijo. Siempre trabajamos juntos, padres y educadores”.

Ya les adelantó cosas que vivirán durante su vida profesional, y les aseguró que cada día que entren en el aula comenzará un nuevo reto. También les hizo un pequeño examen con algunas preguntas para reflexionar: “¿Quién queréis ser dentro del aula: el que manda o el que sirve? ¿Quién hace o quién hace hacer? ¿Deseáis ser fríos y distantes o ser pacientes y sonreír? ¿Queréis marcar vuestro terreno al comenzar el curso o queréis hacer camino día a día con los alumnos?”. Y para terminar su intervención, les dio un mensaje muy optimista: “Disfrutad de lo que os espera, porque esto no tiene precio”.

Tras la entrega de diplomas y el discurso de los alumnos, para concluir el acto, el decano de la Facultad de Educación, Enrique Vidal, deseó a los graduados “una carrera profesional fecunda y llena de momentos entrañables”.

Después, el decano invitó a los asistentes a compartir un tentempié, no sin antes cantar el Gaudeamus Igitur.