19/04/2021

Beatriz Doria: “Es muy satisfactorio poder trabajar de lo que te gusta y desempeñar una gran labor social”

La alumni de la Facultad de Derecho de UIC Barcelona acaba de aprobar la oposición a Judicatura después de varios años de estudio

En unos pocos meses te convertirás en jueza. ¿Qué sientes cuando te lo dicen? 

Es una satisfacción personal enorme. Me he estado preparando durante los últimos seis años para ello, así que cuando aprobé no pude ser más feliz. De hecho, eso es algo que te dicen mientras estás estudiando, que el aprobado compensa todo el esfuerzo y todo a lo que has tenido que renunciar. Y así es. 

¿Cómo describirías el proceso?

La oposición es un camino muy duro, con constantes subidas y bajadas. Es un compromiso que afecta también a tu vida personal, que queda en suspenso durante un tiempo, así que el trabajo psicológico es importantísimo. Se trata de una lucha contigo mismo. 

Y no siempre se gana, entiendo.

Hay momentos duros y muchas caídas, pero lo más importante es no rendirse nunca. Los malos momentos están permitidos pero nunca te puedes dar por vencido, el éxito es sin duda resistir. Cuando no te apetece, cuando crees que no vale la pena mantenerte en tu objetivo, debes continuar y persistir. La oposición es mucho tiempo a un muy alto rendimiento y eso es difícil de mantener. 

¿Qué otro factor consideras que es imprescindible para todo opositor?

El entorno familiar es clave. Es necesario y fundamental el apoyo de las personas más cercanas y el respeto por tu trabajo. Aunque si algo hay que tener es paciencia, mucha paciencia. 

La tuviste que tener también con la llegada de la pandemia. 

En mi último año, suspendieron los exámenes orales y eso hizo que se alargase todavía más el proceso. Todo se rodeó de incertidumbre, que es sin duda el peor enemigo del opositor. 

En cualquier caso, finalmente lo pudiste sacar adelante. ¿Cuáles son los siguientes pasos a partir de ahora?

Ahora mismo estoy en la Escuela Judicial y a partir de diciembre empezaré las prácticas tuteladas junto a un magistrado durante seis meses. A partir de ahí, terminará la formación e iré al primer destino de mi carrera judicial. 

Suena bien. 

Tengo mucha ilusión en todo lo que viene por delante, es como un sueño cumplido. Es muy satisfactorio poder trabajar en lo que te gusta y más si se desempeña una gran labor social.

¿Cuándo se gestó este sueño? ¿Llegó cuando estabas en la Facultad o después?

Siempre me había llamado la atención la idea de ser juez, así que empecé Derecho en UIC Barcelona con esa voluntad. A lo largo de la carrera fui dudando, pero finalmente en cuarto me decidí. Tuve la posibilidad de hacer prácticas tanto en un despacho de abogados como en los juzgados y vi claramente que este último sería mi terreno. 

 Al final lo será. 

Me acuerdo del trato cercano con los profesores de Facultad y que algunos incluso me animaron a emprender este proyecto, por lo que tengo que estarles agradecida. Guardo un gran recuerdo de la Universidad. 

¿Qué les dirías a todos los alumnos que ahora están estudiando el Grado y que pueden contemplar la opción de realizar una oposición como la tuya?

Les diría que es un camino muy duro pero que vale mucho la pena. Cuanto más te esfuerces y más te sacrifiques, más corto será ese camino. Además, la experiencia es enriquecedora a nivel personal, ya que te ayuda a conocerte a ti mismo y a desarrollar muchas virtudes que no conocías.