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Blanca Reguant: “El Grado en Humanidades me abrió la puerta a la investigación”
La alumni de la Facultad de Humanidades reivindica la importancia que tiene la investigación en el ámbito humanístico
“A menudo me preguntan qué se investiga en el ámbito de las humanidades y, aunque me sabe mal cuando me lo dicen, es una pregunta que yo también había hecho en su momento”. Es uno de los pecados que Blanca Reguant confiesa que cometió cuando estaba estudiando el Grado en Humanidades, justo antes de descubrir su vocación como investigadora. Fue en tercero, en el momento en el cual tuvo que redactar un artículo académico de tema libre para una asignatura, cuando hizo el clic: “Dediqué muchas horas y lo disfruté tanto que lo entendí, aquello era lo que quería hacer”. Ahora, casi más de tres años después de aquel día y con un grado y un máster a sus espaldas, Reguant está realizando el doctorado en Historia, Arte y Conservación del Patrimonio Histórico.
El camino para llegar, directo y sin giros. Después de unas prácticas en cuarto en uno de los grupos de investigación de la Facultad de Humanidades, decidió enfocar su carrera hacia este mundo. “Cuando volví a UIC Barcelona, tenía claro que quería hacer un doctorado en historia del arte y que lo tenía que dirigir la decana de la Facultad, Judith Urbano”, explica Reguant, que actualmente está trabajando en su tesis sobre la participación de las mujeres artistas en las exposiciones de Barcelona entre los años 1888 y 1936. De hecho, con esta tarea, la alumni tiene claro que aportará su grano de arena no solo a la investigación académica, sino también a la docencia universitaria y a la divulgación: “Los doctorandos queremos hacer una contribución a la humanidad, aportar algún conocimiento nuevo en el mundo, iluminar algo que antes era oscuro”, indica.
Una comparación odiosa
Consciente de que es una etiqueta difícil de quitar, Reguant reivindica que a pesar de que en su día a día no hay experimentos ni laboratorios ni patentes, la investigación que se hace en el ámbito humanístico tiene el mismo valor que la científica. “Planteamos nuevas perspectivas sobre fenómenos, textos o autores que quizás no se han estudiado bastante o han pasado desapercibidos”, defiende la doctoranda, que añade que el pasado “siempre puede ayudar a comprender el presente”. En este sentido, considera que la investigación no solo es relevante, sino que es necesaria y pone como ejemplo su tesis: “Hasta hace poco no se hablaba de mujeres artistas ni en las asignaturas de historia ni en los manuales porque no se habían estudiado, de forma que no existían”, explica, “pero con el tiempo se ha demostrado que sí que había, a pesar de que la historiografía las había olvidado o escondido”.
Solo ha completado su primer año de los tres del doctorado, pero Blanca Reguant tiene claro que la llama de la pasión que siente por lo que hace sigue más viva que nunca. Cuando mira atrás, sin embargo, se lamenta de que haya muchas personas “con vocación humanística”, pero pocas con la “valentía suficiente como para superar todos los escollos sociales” con que se topan quienes deciden escoger este camino. “Las posibilidades que abren las humanidades son infinitas, solo hay que saber hasta dónde eres capaz de llegar”, concluye.