Carlos Grau, consejero delegado del Mobile World Capital Barcelona, fundación coorganizadora con la GSMA del Mobile World Congress, apunta a la necesidad de anticipar el impacto social de las nuevas tecnologías como el reto más importante de la digitalización de nuestra sociedad. Así lo ha asegurado durante una clase magistral ofrecida a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de UIC Barcelona, en el marco de la asignatura Corporate Governance Entrepreneurship, que dirige el profesor Juanjo Marín. 

En su intervención, Carlos Grau ha destacado la importancia de afrontar la transformación digital sin ignorar los errores cometidos en el pasado y que tienen que ver con cuestiones de gobernanza, privacidad, protección de datos e inclusión. “En el pasado, se ha subestimado la rapidez en la implementación de las nuevas tecnologías y su impacto en la sociedad. La inclusión digital es uno de los mayores retos que estamos afrontando en la actualidad. Estamos ante una emergencia digital que puede contribuir a mitigar los efectos de la emergencia climática”, ha sentenciado. 

Según ha explicado, en Europa, alrededor del 15 % de la población urbana carece de conocimientos, dispositivos tecnológicos o conexión a Internet, una cifra que asciende hasta el 30 % en los entornos rurales. “Cuestiones que antes eran opcionales han devenido cruciales hoy día. Así, por ejemplo, la digitalización se ha convertido en un fenómeno crucial en la educación y en el acceso a muchos servicios básicos y corremos el riesgo de dejar a mucha gente atrás”, ha recalcado.

En este sentido, Grau ha apelado a la necesaria colaboración entre los sectores público y privado para afrontar el impacto social de la digitalización y ha puesto como ejemplo la iniciativa "Digital Future Society", un programa global impulsado por el Mobile World Capital Barcelona para promover el humanismo tecnológico, y el programa Mobile Week para capacitar a personas vulnerables en el uso de nuevas tecnologías digitales y que, según ha explicado, ya ha beneficiado a más de 70.000 personas en España.

“Transformación ultrarrápida” del mercado de trabajo
En su intervención, Carlos Grau también ha analizado la “transformación ultrarrápida” que está experimentando el mercado del trabajo por la progresiva digitalización de la sociedad. Según ha explicado, solo en España, el 13 % de los empleados trabajan ya para plataformas digitales. “La demanda de talento digital no para de crecer y, solo en Barcelona, tenemos ya más de 15.000 empleos en el sector digital y alrededor de 1.500 start-ups, lo que nos convierte en uno de los hubs digitales más importantes de Europa”, ha asegurado. 

Según su opinión, esa transformación del mercado laboral obliga, igualmente, a anticipar riesgos de futuro relacionados con el impacto social de las nuevas tecnologías y el modelo deseable y sostenible en cuestiones claves como data governance, ética de la inteligencia artificial, brecha digital, etc. 

Para ilustrarlo, ha puesto como ejemplo el caso de Silicon Valley, el gran centro tecnológico mundial que acoge la sede de algunas de las compañías digitales más importantes a nivel global. “El modelo de Silicon Valley está ahora bajo cuestión por el gran impacto que ha tenido en la sociedad. Actualmente, el 30 % de los niños y niñas que acuden a la escuela pública en la ciudad de Palo Alto viven en autocaravanas. Y esto es así porque, a medida que se fueron multiplicando las start-ups y los unicornios digitales, se destruyeron puestos de trabajo no cualificados y la población de clase media tuvo que dejar la ciudad por el gran aumento del nivel de vida, hecho que ensanchó la brecha económica entre las clases más pudientes y las más pobres. Tenemos que preguntarnos si este es el modelo que queremos para el futuro”, ha asegurado.  

Como contrapunto, ha puesto como ejemplo el modelo europeo, alineado con los objetivos de desarrollo sostenible y la Agenda 2030. “Capacitar a las personas en las cuestiones relacionadas con la transformación digital es el modelo de futuro. El debate sobre la sostenibilidad y el impacto social es necesario cuando hablamos de digitalización”, ha concluido. En este sentido, iniciativas legislativas desarrolladas por la UE o la agenda 2030 de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas pueden sentar —ha afirmado— un precedente de cara a establecer las bases legales acordes a la nueva realidad.