Más de 100 expertos se reunieron en Casablanca (Marruecos), entre los que se incluyen juristas, médicos, psicólogos y filósofos de 75 nacionalidades diferentes, para firmar un manifiesto común para abolir los vientres de alquiler y los problemas que conlleva esta práctica.

El mismo día de la publicación de la Declaración de Casablanca, todos los firmantes realizaron un seminario, en el que los expertos presentaron distintos puntos de vista. La profesora de Derecho Carmen María Lázaro realizó su ponencia bajo el título de “La mère porteuse”. En ella, Lázaro exponía las condiciones y las consecuencias para las madres o “mujeres gestantes” de la práctica de la gestación.

El Seminario de Casablanca concluyó la necesidad de la abolición de la maternidad subrogada en lugar de su regulación. Los firmantes sostienen que la gestación subrogada es contraria a los derechos humanos de las mujeres y que ninguna legislación puede aceptarla. De esta manera, se pide que se persiga judicialmente a aquellos que recurren al vientre de alquiler y que se actúe para aplicar las medidas necesarias para la prohibición global de esta práctica.