El concurso se convocó con el fin de recoger ideas para la
edificación de una construcción representativa para el Parque Tecnológico del
Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) donde poder desarrollar
sus actividades. El edificio debía ser singular de uso mixto, con dimensiones
adecuadas para futuros crecimientos y que pudiera convertirse en icono y sello
de identidad del Parque. Entre las sugerencias del concurso, se pedían
alternativas a la planta rectangular como una planta fotovoltaica donde se
diera ejemplo de integración y que favoreciese la puesta en marcha y el
desarrollo de empresas actualmente en crecimiento.

El ITER hizo un análisis previo al concurso,  en el que se forjó una idea de proyecto. Esta
solución arquitectónica era únicamente una posibilidad, elegir desarrollar la
idea esbozada o plantear una solución nueva quedaba dentro de la decisión libre
de los mismos concursantes. Las propuestas derivadas de las dos opciones fueron
evaluadas según los criterios definidos en las bases administrativas.

El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) fue
creado en 1990 por el Cabildo Insular de Tenerife para cubrir la necesidad de
iniciar un nuevo campo de investigación en las islas que contribuyera a reducir
la dependencia exterior de abastecimiento energético y permitiera su desarrollo
de un modo más limpio y sostenible.

Desde entonces el ITER se ha dedicado principalmente a la
generación de electricidad a partir de energías renovables (energía solar
fotovoltaica y energía eólica) y a llevar a cabo proyectos de investigación y desarrollo
en las áreas de energías renovables, medio ambiente e ingenierías.

En el proyecto de
la alumni, que tenía por lema “Oooh”, participaron también los arquitectos Joan
Alomar, Javier Iñigo Moreno y Carmen Lagarcha. Finalmente, el proyecto ganador
del primer premio fue “Volcan solar” del Estudio Arquitectura Escobedo de la
Riva SLP.