Situada en los jardines de la Vil·la Florida, la Biblioteca Joan Maragall es un nuevo equipamiento cultural y de proximidad. Se convierte en la biblioteca central del distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona y da servicio a su población junto a la Biblioteca Clarà y a la Biblioteca Collserola-Josep Miracle.

El jardín se extiende a través de la cubierta de la nueva biblioteca hasta la misma calle, desde donde se plantea un nuevo acceso a los jardines.

El edificio se conforma mediante los “patios de luz y silencio” y los “patios de libros y conocimiento”. Los primeros, rodeados de vidrio, iluminan y ventilan el interior y, al mismo tiempo,  aíslan la biblioteca de la calle. Los segundos, volúmenes de hormigón llenos de libros, forman parte de la estructura portante de la biblioteca.

Una biblioteca sin luz natural es una biblioteca sin vida. El hecho de construir bajo rasante, y a la vez mantener la imagen mural del antiguo jardín, lleva a la necesidad de crear, de forma alternada, varios patios, como si de pozos de luz se trataran.

La voluntad manifiesta de crear espacios de lectura confortables, tranquilos y pensados para los lectores ha sido definitiva en el momento de decidir la materialidad interior. Según los arquitectos Baena y Casamor,  una de las mejores maneras de armonizar y serenar el espacio ha sido reducir la variedad de materiales y texturas.