El Dr. Saranyana, miembro ordinario del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y teólogo, inició la conferencia afirmando que “Don Álvaro fue básicamente un hombre liberal, en el sentido más genuino del término”, idea que fue desgranando a lo largo de toda su exposición.

Según explicó Saranyana, el venerable Álvaro del Portillo “fue no sólo amante de la libertad, sino muy libre en su actuar, desprendido y generoso, tolerante y tenaz defensor de los derechos y libertades ajenas”.

Así, hizo un recorrido por el marco histórico, en concreto el español,  y la actitud de don Álvaro; la evolución de la teología católica hasta el Vaticano II y después, y la interpretación del espíritu conciliar de Don Álvaro. El conferenciante afirmó que frente a actitudes de algunos de enfrentamiento por temas de religión, Don Álvaro fue “por temperamento, un defensor de las libertades individuales y de los derechos subjetivos”.

Como conclusión, al final de la conferencia el Dr. Saranyana remarcó que “cuando una personalidad se adelanta a su tiempo o madura más rápidamente que su entorno, a veces alcanza a influir en su contexto; en otras ocasiones, en cambio, debe ejercitar la paciencia y esperar tiempos mejores. Obviamente, Don Álvaro no fue una excepción. Y por ello, también en esto nos señaló el camino que debe seguir todo hombre de paz y de bien, que sabe tirar de las redes, sin que las redes se rompan”.

Álvaro del Portillo fue sucesor de San Josemaría como prelado del Opus Dei, institución de la Iglesia católica en la que la UIC encomienda la atención pastoral de la comunidad universitaria.