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El arquitecto Juan Herreros apadrina la nueva promoción de la ESARQ-UIC
En su discurso, Herreros, apostando por el significado griego de "crisis" -"cambio"- animó a los nuevos arquitectos a ser muy flexibles: "La figura del arquitecto solitario ya no tiene sentido; hace falta un arquitecto nuevo: reciclarse para ser ese arquitecto que ya no somos nosotros."
Durante el
acto, Judith Urbano, subdirectora de alumnado de la Escuela, quiso alentar a
los recién graduados hablándoles de ilusión, de sueños y de alegría: “Una
sonrisa, una palabra amable, a menudo os abrirá más puertas que todos los
detalles de construcción juntos. El sacrificio –afirmaba– no es
malo: es bueno si lo sabéis aprovechar.”
Por su
parte, Juan Herreros habló de “un momento fantástico para terminar la carrera”,
debido a los cambios que se dan en la sociedad y en las profesiones. “El
arquitecto de hoy –decía– tendrá que ser mucho más dialogante y
flexible de lo que lo hemos sido hasta ahora; tendréis que escuchar y, a la
vez, haceros entender”. En su opinión, es un buen momento para crecer hacia
otros campos: “Os animo a que nadie reprima oportunidades. No sólo de diseño
vive el hombre.”
Herreros dio
mucha importancia a la arquitectura como una profesión para las personas: “La arquitectura
es para la gente, no es para nadie más: ni siquiera para nosotros mismos, ni
para nuestros colegas. La mejor satisfacción de un arquitecto es que en sus
construcciones haya gente feliz dentro y que no sepa cómo se llama el
arquitecto.”
Finalmente,
y después de las palabras de agradecimiento de los representantes de los
estudiantes – “gracias por presionarnos en el día a día para sacar lo
mejor de cada uno de nosotros”, dijeron–,
el director de la ESARQ, Vicenç Sarrablo, animó a los ya Alumni a usar su
talento no tanto para llegar lejos sino “para seguir tal como estáis ahora:
para llegar muy bien acompañados y, de este modo, sentiros como os sentís
ahora, felices.”