“Colvin, un caso de éxito. La digitalización del sector tradicional”. Éste era el título de la última sesión del Ciclo Emprèn. Colvin es una empresa emergente de venta de flores y plantas, fundada por tres amigos en sus estudios universitarios. En menos de seis años, ha logrado digitalizar un mercado tan tradicional como el de las flores y plantas, y se ha hecho un hueco en el mercado europeo. Actualmente está presente en España, Portugal, Italia y Francia.

Tras una rápida presentación de la empresa, Sergi Bastardas fue respondiendo a las preguntas de Francesc Cano, con lo que la sesión se convirtió en una lección magistral en forma de diálogo, en la que también pudo intervenir el público. Bastardas explicó que la misión de Colvin “es construir un futuro mejor para la industria floral, montando un ecosistema digital más eficiente y sostenible”.

Lógicamente, en una sesión con esta temática, el periodista catalán condujo por ahí la conversación y le preguntó sobre la diferencia entre un emprendedor y un empresario: “El emprendedor es el que, en el día a día, busca un impacto y no la monetización directa”. A su vez, Bastardas añadió que la universidad le abrió un horizonte en este sentido: “Teníamos un club de emprendimiento y, cada día que venía un emprendedor, me lo llevaba a comer”.

Como se trataba de la sesión que cerraba el ciclo, el rector de UIC Barcelona, Alfonso Méndiz, asistió y la inauguró dando la bienvenida al ponente y agradeciendo la buena organización de todas estas jornadas, que buscan fomentar el espíritu emprendedor a través del hub de innovación creado en la Universidad. “El emprendimiento —dijo— ahora mismo es el mayor reto que tenemos”.