Durante la jornada se presentaron diferentes ponencias que exploraron desde un punto de vista interdisciplinar los vínculos entre la corporalidad y la vulnerabilidad.

A partir de la noción de empatía, Elodie Boublil (Archives Husserl de París, ENS-CNRS, Marie Curie Actions) desarrolló la cuestión de la “traumatización vicaria”, según la cual el sufrimiento de los sujetos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad puede ser transmitido e incluso padecido por sus cuidadores. Este hecho supone un reto para las demandas éticas de nuestra sociedad –como por ejemplo en el caso de la crisis de los refugiados– y para la respuesta que deben formular los distintos agentes sociales y políticos implicados.

En el seminario se habló también de la representación artística del cuerpo y de las emociones durante la época medieval, así como de la dimensión espacial del cuerpo sufriente a través de la arquitectura. Se analizaron, además, las posturas que distintos filósofos han mantenido acerca del cuerpo y de la condición vulnerable del hombre, como Heidegger, Merleau-Ponty y Ricoeur.

A lo largo de las sesiones se puso de manifiesto que “el cuerpo vulnerable” expresa tanto la posibilidad inherente que tiene toda persona de sufrir como la necesidad de dar respuestas creativas a este fenómeno desde el pensamiento, el arte y la arquitectura. Se trata de una ocasión para acercarse a la humanidad sufriente y de reforzar los vínculos sociales que le caracterizan.