Monseñor Sebastià Taltavull clausuró, el 22 de noviembre pasado, las I Jornadas para Maestros de Religión organizadas por la Facultad de Educación. El objetivo de estas jornadas era ayudar a los maestros de esta disciplina a transmitir la fe, siguiendo la línea de la exhortación apostólica del Papa Francisco, La Alegría del Evangelio.
Durante su intervención, el obispo auxiliar de Barcelona destacó, entre otros temas, la importancia de la coherencia de vida de los maestros de religión, es decir que “lo que enseña un maestro de religión debe coincidir con lo que vive y dar testimonio de la vida”. También remarcó que la persona humana es el centro de nuestras vidas y que su dignidad es inviolable.
Tras su intervención, Jaume Armengou, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, destacó que la tarea del maestro de religión “es de muchísima responsabilidad, porque junto con la familia es quien enseña a los niños a conocer a Dios y como se le puede querer”.
Por otra parte, la profesora Sílvia Albareda, coordinadora de las Jornadas, agradeció a casi medio centenar de personas que hubieran participado estos días y colaborado a “crear una red entre los asistentes y poder aprender unos de otros”.
Las jornadas consistieron en distintos talleres prácticos y sesiones teóricas. También intervinieron personas como Carmen Villalba, voluntaria de Cáritas Barcelona desde hace casi cuarenta años; Francisco Villa y Gemma Bas, productores del documental Yo Creo; o diferentes profesores universitarios o de escuelas que explicaron su experiencia docente. Las jornadas, que se llevaron a cabo durante dos fines de semana, tuvieron como hilo conductor La Alegría del Evangelio, del Papa Francisco.
