El acto fue presidido por el Dr. Frederic Marimon, vicerrector de Investigación y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, y el Dr. Toni Mora, decano de la Facultad.

El Dr. Mora manifestó, en primer lugar, su felicitación y agradecimiento a los alumnos que se graduaban, de los que dijo, en nombre del profesorado de la Facultad, haber aprendido también. Por otra parte, los animó a disfrutar de la nueva etapa que ahora se les presentaba. “Ahora os toca ser autónomos, solo un consejo: esfuerzo”, les remarcó.

Por su parte, el Dr. Argandoña reivindicó el papel de la empresa moderna, frente a las críticas que ha podido recibir durante los últimos años. De este nuevo modelo, dijo que “crea riqueza y trabajo, forma y capacita a sus trabajadores, moviliza recursos humanos... Innova, es flexible, se adapta y es capaz de volverse a crear en entornos difíciles”. También destacó que “es clave para el progreso y la estabilidad de la sociedad”.

A los alumnos, les destacó que el paso por la UIC les ha preparado para un entorno laboral complejo y globalizado. En concreto, dijo que la UIC les ha dado una concepción más humanista de la empresa. “Esto os será muy útil en una sociedad que habla mucho de la persona, pero que la escucha poco y todavía la respeta mucho menos”, afirmó Argandoña. Este aspecto más humano es de caudal importancia si se tiene en cuenta que, según el padrino de graduación, en el trabajo de economista “palpamos cada día la complejidad de las relaciones humanas”.

A continuación, el profesor del IESE les propuso cinco valores que, en su opinión, son muy necesarios en la carrera profesional de cualquier empresario o economista: humildad, espíritu crítico, optimismo, espíritu de servicio y gratitud. “Contad siempre con vuestros antiguos profesores, la formación es un trabajo de toda la vida”, dijo.

Tras las palabras del padrino, los representantes de los estudiantes del Grado y del Máster se dirigieron a los presentes con discursos sobre su paso por la UIC.

Finalmente, el Dr. Frederic Marimon felicitó de nuevo a los alumnos y, especialmente, a los familiares, y dio por terminado el acto con el tradicional canto del Gaudeamus igitur.