Después de dos años y medio trabajando y viviendo en Washington, Júlia Riera ha vuelto a casa. Poco se imaginaba esta joven badalonesa de 25 años que, después de graduarse en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UIC Barcelona, acabaría haciendo crónicas y reportajes desde la capital de los Estados Unidos para La Voz de América, uno de los medios de referencia de habla hispana que nutre de información diaria a toda la comunidad latinoamericana.
Ahora, después de vivir la experiencia profesional más intensa y enriquecedora de su corta carrera, Riera hace balance de su etapa como reportera, que ha supuesto un curso acelerado de todo aquello que un día descubrió en la Facultad: “Los directos y el ritmo trepidante que requiere la actualidad me han permitido crecer rápidamente como periodista, y yo también me he exigido mucho a mí misma para mejorar día tras día”.
La badalonesa reconoce, además, que la crisis de la COVID-19 ha supuesto “un gran reto en el ámbito de la coordinación y gestión del trabajo”, no solo por las cuestiones logísticas, sino también por el cambio de agenda informativa: “Al principio fue difícil; tuve que convertir el comedor de mi apartamento en un estudio de televisión y, teniendo en cuenta la situación de pandemia, los periodistas teníamos que actualizar la información de manera casi instantánea”.
Al margen de este gran aprendizaje, Júlia Riera recuerda que los inicios no fueron fáciles, principalmente por el hecho de estar lejos de la familia y los amigos. “Es un proceso de adaptación largo y nunca te acabas de sentir como en casa, pero poco a poco vas conociendo a gente que se encuentra en la misma situación que tú y que se convierte en tu familia”, explica la badalonesa, que tiene la voluntad de volver a trabajar en los Estados Unidos en cuanto surja una nueva oportunidad.
La alumni también ha querido recordar su paso por UIC Barcelona, de donde guarda muy buenos recuerdos: “Éramos pocos alumnos y disfruté mucho de las clases, puesto que las instalaciones, tanto el plató, las cámaras y el estudio de radio nos ayudaron a prepararnos en un entorno prácticamente profesional”. Así mismo, Riera asegura que gracias a las prácticas laborales desde segundo de carrera encontró su verdadera vocación: la televisión, un medio del cual ha podido disfrutar en la mejor etapa de su carrera hasta el momento.
Estos días, mientras la joven badalonesa sigue formándose a la espera de una nueva propuesta laboral, tiene claro cuál es el camino a seguir: “Hay que aprovechar las nuevas tecnologías. El periodismo tradicional está desapareciendo en detrimento de las nuevas maneras de comunicar. Los periodistas tenemos que ser versátiles y tenemos que saber diferenciarnos en un mercado bastante masificado, pero siempre sin abandonar los valores periodísticos ni la ética”.
