27/06/2014

Etienne Montero: «Con la eutanasia se ha abierto una puerta, y la puerta se abrirá cada vez más»

El 20 de mayo pasado, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Namur (Bélgica) y presidente del Instituto Europeo de Bioética, Etienne Montero, dio una lección magistral a los alumnos de 4.o curso de Medicina, en el marco de la asignatura dirigida por el Dr. Argemí Bioética II. Montero hizo un repaso de las incoherencias y peligros que supone la ley sobre la eutanasia, aprobada en Bélgica hace ya más de diez años.

Siempre desde un punto de vista jurídico, Etienne Montero explicó la experiencia belga de la aplicación de una ley que “a medida que pasa el tiempo, desgraciadamente tiene más consenso social”. Montero –que ha plasmado toda su argumentación en el libro Cita con la muerte. 10 años de eutanasia legal en Bélgica– dijo que “aunque la ley comenzó con la idea de que se aplicara de manera controlada, hoy está fuera de control”. Es más, concretó: “Me parece totalmente ilusorio plantear un control a una ley que hoy, en el fondo, depende totalmente del deseo del paciente”.

Con ejemplos reales y recientes, el profesor belga hizo ver que uno de los motivos para poder aplicarla –el de un sufrimiento insoportable– se ha convertido, hoy, en una cuestión también futurible: “Hace unos años, por ejemplo, fue muy sonado el caso del Nobel Christian de Duve, a quien diagnosticaron un cáncer a los 94 años y que pidió la eutanasia porque no quería sufrir, aunque se le había propuesto un tratamiento lógico”.

En este sentido, al también catedrático de Derecho Civil le parece evidente que se acabara interpretando la ley de forma laxa: “En la medida que se banaliza llega a plantearse por qué no aplicarla en otros supuestos. Así, ahora se ha aceptado la eutanasia infantil –cuando no era pedida por ningún ámbito social–, y hay muchas otras propuestas, como las que quieren aplicarla a las personas con problemas de demencia”.

Según explicó Montero, esta ley “es fruto de una cuestión puramente ideológica. El motivo que daban para su aprobación era que la vida es mía y que, por lo tanto, puedo disponerla según me plazca; pero, en realidad, con la eutanasia, lo que están haciendo es encargar a otro la propia vida y la propia muerte. Es falso que uno disponga, pues, de la propia vida”.

Por otra parte, el conferenciante habló del gran problema que puede llegar a plantear esta ley, ya que “complica mucho el trabajo de los médicos que se dedican a los cuidados paliativos”. “Socialmente está tan extendida –seguía el profesor Montero– que las personas con dificultades pueden acabar viéndose como obligadas a pedirla porque si no son una carga injusta para la sociedad”.

Finalmente, durante el tiempo de diálogo con los estudiantes, mostró su pesar porque, en estos más de diez años, la eutanasia no ha disminuido, sino que ha aumentado año tras año. Por ello, concluyó diciendo que “se ha abierto una puerta, y la puerta se abrirá cada vez más y, encima, los que están a favor dicen que se trata de un avance ético”.