A lo largo de la conferencia, López presentó tres viviendas unifamiliares como ejemplo de su obra, recordando que cuando él mismo fue estudiante de arquitectura siempre había tenido el deseo de construir una casa.

Tres casas que por su diseño y su sistema constructivo responden al lugar, al cliente y al uso que de ellas se haría. De esta manera aconsejó a los alumnos que “el arquitecto se tiene que convertir en el acompañante del cliente, en la persona que le guía en el proceso”.

Así, el ponente abordó el concepto de convertir las restricciones en oportunidades, una filosofía que ha seguido en la mayoría de sus proyectos recientes y que  ejemplifica su manera de entender la arquitectura.

Entre la fila 0 se encontraban arquitectos como Eva Prats y Ricardo Flores (que han dirigido en años anteriores el trabajo final de grado en la ESARQ), Rafael Cáceres, Toni Gironés, Marcos Catalán, Coque Claret y Moisés Puente. Por su parte, Cáceres destacó que precisamente la construcción de la casa es “uno de los programas más complicados de proyectar”. Asimismo, Eva Prats resaltó la particularidad de explicar los detalles constructivos de las fachadas en la conferencia. Por último, Ricardo Flores hizo referencia a la importancia de la relación del arquitecto con el cliente, de lo que dijo que “cuanto más estrecha es, mejor es el resultado final”.

Mónica Rivera y Emiliano López tienen un máster por la Harvard University y han sido profesores en varias escuelas de diseño y arquitectura. Sus trabajos han recibido varios premios, incluyendo el séptimo Premio Bienal de América Latina 2010, Premio de Jóvenes Arquitectos de la 10.ª Bienal de Arquitectura Española 2009, el Premio FAD de Arquitectura 2008 y el Premio de Arquitectura Emergente AR 2008. Su trabajo más reciente, “Casa en Port de la Selva” ha sido nominado al Premio FAD 2013 y a los Premios de Arquitectura 2013 de la provincia de Girona.