29/10/2015

Gérardine Goh: ‘Toda una constelación de tecnología orbita la Tierra’

El pasado 23 de octubre, fue nombrada investigadora sénior del Instituto Carlomagno de Estudios Europeos (ICEE) la Dra. Gérardine Goh Escolar. La doctora, abogada de profesión, es asesora legal del presidente del Iran-United States Claims Tribunal y experta de referencia en derecho ultraterrestre. Con ocasión del nombramiento, y en el marco del ciclo de formación continua de la Facultad de Derecho, la doctora impartió la conferencia “Regulating Humanity’s Greatest Adventure: International Law and Outer Space”.

La nueva investigadora del ICEE inició la conferencia con las preguntas: “¿Por qué es relevante la aventura espacial? ¿Alguno de los aquí presentes utiliza teléfono móvil, televisión o sigue la previsión meteorológica?”.

Explicó que se tiende a pensar que la carrera espacial consiste, tan solo, en llevar al hombre a lugares lejanos y que, en lo que a la conquista del espacio se refiere, aún somos sólo niños mirando a las estrellas. Pero el ser humano ya se ha expandido de forma ordinaria al espacio exterior y hoy es indiscutible que, en palabras de Goh, “toda una constelación de tecnología orbita la Tierra” para hacer posible nuestra cotidianidad.

España, dijo, “no está fuera de esta realidad y, cómo miembro de la European Space Agency (ESA), participa y encabeza proyectos que se desarrollan junto con los otros 21 estados miembros. Explicó que de cada euro invertido en la “carrera espacial”, 64 mil millones el año pasado, se obtiene un retorno del 2.000 % a la industria. Además, España cuenta con dos centros de la ESA, uno de gestión de datos, en Madrid y un laboratorio de ideas, en Barcelona.

Así mismo, constató, “hay que implementar la regulación”.  Más allá del Derecho Público, que establece quién tiene acceso al espacio ultraterrestre y la prohibición del uso de la fuerza consagrada en la Carta de las Naciones Unidas, se trabaja hoy día en afianzar la responsabilidad extracontractual.

En este sentido, Goh explicó que las empresas privadas que requieren poner en órbita tecnología espacial se articulan para el lanzamiento a través de las agencias espaciales. Y a través de estas agencias, los Estados se hacen responsables absolutos y objetivos de cualquier daño causado a la Tierra o su medio ambiente, esto es sin necesidad de culpa o negligencia. En el caso de daños materiales en el espacio exterior, se subjetiviza la culpa pero no la responsabilidad, pues se continúa intimando al Estado responsable del lanzamiento, con independencia de la condición pública o privada de quien lo promueve.

Esta vinculación a los Estados, termina la experta, garantiza que los beneficios que se puedan obtener de la aventura espacial reviertan en todos, pues, según estableció ya la ONU en los años 70, el espacio y los cuerpos celestes son patrimonio de toda la humanidad.