Ingenieros militares españoles introdujeron el uso de bóvedas tabicadas en España durante el siglo XVIII como sistema constructivo para la realización de cúpulas, bóvedas y escaleras. Es la tesis principal recogida en el estudio “The Behaviour of Tile Vaulted Structures in Spanish Military Engineering” que el director de UIC Barcelona School of Architecture, Josep Lluis i Ginovart, los profesores Cinta Lluis Teruel e Iñigo Ugalde y la doctoranda Zahra Hadji presentaron, el pasado 27 de agosto, en el marco de la Eight Construction History Society Conference, celebrada en el prestigioso Queen’s College de la Universidad de Cambridge.
Los investigadores de UIC Barcelona partieron del análisis de las representaciones gráficas de proyectos de ingeniería contenidos en el Archivo del Estado del Ministerio de Cultura y el Archivo General de Simancas. También analizaron la cartografía del Ministerio de Defensa y otros proyectos pertenecientes al Archivo General de Segovia, el Archivo General Militar de Madrid y el Museo Naval de Madrid.
Tras analizar la documentación, los investigadores concluyeron que el Cuerpo de Ingenieros Militares español incorporó el uso de las bóvedas tabicadas a sus proyectos de manera generalizada desde principios del siglo XVIII. Se trata de un sistema constructivo que ofrece grandes cualidades a nivel mecánico y que ya se venía utilizando en España desde el siglo XIV. “La construcción con bóvedas tabicadas era habitual en la construcción civil en todo el Levante español. Por tanto, se produjo una rápida asimilación, desde el inicio de la creación del Cuerpo de Ingenieros Militares, del uso de este sistema constructivo que se venía utilizando en este territorio durante más de tres siglos”, destacan.
El estudio recoge ejemplos de la aplicación de este método constructivo en iglesias, como el proyecto para el coro de la iglesia de la Ciudadela de Barcelona proyectado en 1718 o el tejado inclinado a dos aguas de la nueva parroquia de San Julián de Ferrol (1764). También existen ejemplos del uso de esta técnica en la construcción de bóvedas y escaleras, como los recogidos en el proyecto para el Arsenal de Barcelona (1717). Este sistema se utilizó también para pequeñas construcciones abovedadas como casetas de vigilancia o cúpulas de pequeñas capillas, como la Capilla del Muelle de Levante, en Málaga (1727).
