El profesor Lacasa enfatiza en la diferencia entre desinformación intencionada y mera información errónea. “En redes sociales, al no haber un gatekeeper que autentique la información, la desinformación puede proliferar. Pero nuestras investigaciones muestran que las redes no están tan plagadas de desinformación como se cree. Incluso plataformas tan lúdicas como TikTok albergan numerosos profesionales que imparten contenido educativo verificado. No obstante, en nuestra sociedad postraumatizada, la desinformación y los errores, aunque menores en número, resuenan con más intensidad que la verdad”, explica.
Lacasa subraya la importancia de verificar hechos y datos, incluso en la era de la inteligencia artificial generativa, la cual también puede introducir falsedades. “La IA puede ser un gran avance, pero también produce lo que los investigadores llamamos ‘alucinaciones’, datos sin fundamento que a ella le han parecido plausibles. Aunque reproduzcan patrones lingüísticos complejos, los modelos GPT no comprenden la información que están generando, cosa que los puede llevar a generar información falsa”, explica.
Lacasa subraya que, a pesar de lo impresionante que parecen los modelos de IA generativa, es crucial mantener una actitud intelectual crítica, primero acerca de cómo está cambiando nuestro comportamiento. “El verdadero peligro no es la IA, sino la confianza ciega del usuario. Si olvidamos que estos sistemas no comprenden realmente el contenido que generan, nos exponemos a un riesgo similar al de confiar ciegamente en un coche autónomo o en la app de mapas de nuestro teléfono”, alerta.
El profesor sostiene que, en la actualidad, la inteligencia artificial no es capaz de reemplazar a la inteligencia humana, sino que se erige como una extensión que potencia nuestras habilidades. “Como las calculadoras o los aviones, estas herramientas no sustituyen, sino que potencian nuestras capacidades. Son, como diría Marshall McLuhan, extensiones del ser humano”. Lacasa subraya que es un hecho respaldado por numerosos estudios y experimentos que la complejidad y riqueza de la mente humana supera en maravilla y misterio no solo a las creaciones de inteligencia artificial, sino incluso a la asombrosa complejidad biológica de nuestro propio cerebro.
El experto señala la importancia de la personalización en las redes sociales, algo que la inteligencia artificial actual no puede igualar. “Seguimos a influencers por la conexión que establecemos con ellos, no solo por sus recomendaciones. Si un influencer se limita a seguir las instrucciones que ChatGPT le ha dado para obtener más engagement acabará perdiendo su esencia, lo que le hacía atractivo”, afirma Lacasa.
