“Hay momentos que recuerdas toda la vida”, empezó diciendo Nina. La actriz citaba una canción de los ochenta, de los compositores y letristas Alan y Marilyn Bergman. Y continuó: “Hay momentos que esperas y sueñas toda la vida. Este es uno de esos momentos”. El momento en el que una nueva promoción de alumnos de UIC Barcelona se graduaba y se despedía de sus años universitarios. La primera promoción —como recordó Pilar Fuster, subdirectora del Grado en Enfermería— “que ha trabajado la competencia en liderazgo enfermero”.

El acto, como siempre, festivo y solemne, tuvo la intervención de los representantes de los alumnos, del profesor Daniel Arbonés —“acaban de asumir una gran responsabilidad”, les recordó— y de la directora del Grado, Cristina Monforte. Sin embargo, el plato fuerte lo asumió Nina, la madrina de esta promoción.

La actriz se dirigió a los ya antiguos alumnos y les explicó que “ciencia y arte estarán presentes a partes iguales en vuestro día a día, en el trato con personas que tendrán que confiaros su salud. Pero también con la relación con los colegas y compañeros. La ciencia porque nos otorga el conocimiento y el método, el arte porque muestra a nuestro ser creativo, curioso y valiente. Escuchar, observar, orientar, espabilar…, son verbos que tendréis que conjugar a menudo con el trato con los demás, sobre todo con los que pongan en vuestras manos su salud”.

Nina animó a los nuevos graduados a “mantener viva la ilusión de hoy. Debe ser una llama —dijo— que arda siempre en un rincón escondido de vuestro corazón”. Y, para hacerlo, volvió a usar las frases con que empezó su discurso; esta vez, no obstante, cantándolas magistralmente.

Al finalizar, la directora del Grado, Cristina Monforte, les aseguró: “La sociedad necesita profesionales comprometidos: abogados y abogadas de los enfermos. Que los miremos a la cara, que los defendamos, que estemos por ellos y sus familias. Cuando a un enfermo ya no le queda nada, le quedamos nosotros: profesionales y, ante todo, humanistas”.