21/04/2016

La agrupación estudiantil Paideia se estrena celebrando el cuarto centenario de la muerte de Shakespeare

El profesor de la Facultad de Humanidades Gastón Gilabert impartió una conferencia, el pasado 14 de abril, organizada por la agrupación estudiantil Paideia. Titulada “El enigma de Shakespeare: verdad, literatura y mito”, la sesión se enmarca dentro del cuarto centenario de la muerte del escritor inglés. Este es el primer acto que realiza Paidea, agrupación creada apenas hace un par de meses.

La charla giró en torno a la mitificación y divinización del escritor William Shakespeare. “Se ha creado un mito a raíz de él y mucho de su legado son solo conjeturas”, afirmó Gilabert. De hecho, aseguró, “solo el 5 % de lo que se ha dicho sobre el autor está comprobado y es cierto, mientras que el 95 % restante son suposiciones y teorías”.

Según explicó el profesor de Humanidades, la imagen más famosa del autor fue descubierta en 1748 y aunque muchos rasgos indican que podría ser de él, otros muestran lo contrario. Es aquí dónde empieza a caer el mito y se valora más por quién fue. “Se han creado muchas suposiciones. Nació en Inglaterra, sí, pero también hay otras corrientes que apoyan la idea de que era francés, otras, un judío portugués y otras, un grupo de autores porque se han encontrado seis firmas suyas distintas”. ¿Existió entonces Shakespeare de verdad? ¿Cómo pudo ser un grande de la literatura sin pasar por Oxford y por Cambridge siendo británico? Se abren interrogantes que  son difíciles de responder. Además, se dice que hay una maldición que persigue a todos aquellos que quieran saber más sobre la vida de Shakespeare, como le pasó a Delia Bacon.

Siguiendo con las desmitificaciones, Gastón Gilabert aseguró que “Shakespeare no inventó nada: Romeo y Julieta ya existía desde antaño, eran historias de la tradición que él recuperó y reescribió”. Lo que se demuestra con ello es que era una persona muy documentada, con un gran conocimiento de fuentes latinas y con una capacidad de reescribir, recrear historias, con un uso y juego asombrosos de la lengua. Como se ve en sus obras se ha calculado que solo utilizó 20.000 palabras, mientras que nosotros tenemos un registro de unas 50.000; y de esas 20.000, 2.000 palabras fueron neologismos creados por él. En esa época no estaba mal visto copiar, sino que más bien dignificaba saber imitar bien, como hizo él. Asimismo, no se sabe nada de él hasta que llega a Londres ya de joven como actor y escritor, y trabaja bajo las órdenes del rey Jacobo I, no solo para Isabel, como es realmente conocido. Nunca publicó sus obras, quizá porque solo se preocupaba del éxito inmediato o por los “derechos de autor”.

Shakespeare es universal porque se adapta a muchas ideologías. Además, sus críticos e investigadores posteriores han sabido formar un mito de su persona y de su obra, empezando por su fecha de nacimiento y muerte, el 23 de abril: día de san Jorge, patrón de Inglaterra. Así que a modo de conclusión, se puede reafirmar que “Shakespeare es uno de los desconocidos más conocidos de todos los tiempos”, como dijo Mark Twain.

¿Qué es, entonces, mito y qué realidad?

La próxima actividad de la agrupación tendrá lugar el jueves 28 de abril, con una conferencia sobre arquitectura y cine a cargo de Alfons Puigarnau, profesor de la School of Architecture de UIC Barcelona, que hablará sobre la arquitectura y el suspense en la obra cinematográfica de Alfred Hitchcock.