Los premios se otorgan a TFG y proyectos de estudios técnicos que contemplen la movilidad y accesibilidad, desarrollados en las correspondientes escuelas técnicas superiores de arquitectura, durante el año escolar. En esta ocasión, el TFG de Alice Raducan propone un centro educacional, comercial y de covivienda en el término municipal de Esplugues, en Barcelona. Este centro está concebido para permitir el fácil acceso y un uso cómodo a cualquier persona con discapacidad o dificultad de movilidad o comunicación.

Los segundos premios se han otorgado ex aequo a Yamil Gabriela Chapoñán, por su proyecto “Grower”, y Miquel Vilalta, con “Tradició, Farmacia, Gardens”. La ganadora del tercer premio ha sido Macarena González, con la propuesta “E! Mobility”.

El Premio se otorgó el 15 de julio en el Aula Magna, en el marco del de graduación de Arquitectura, en el que se hizo entrega de diplomas a los nuevos arquitectos. El jurado del premio estaba formado por Xavier Jiménez, responsable de Ascensores Schindler en Cataluña; los profesores responsables de Proyectos Iñaki Baquero y Ávaro Cuellar, y el profesor responsable del Área de Accesibilidad del TFG, Enrique Rovira-Beleta.

El jurado ha valorado que los proyectos aborden la accesibilidad desde un punto de vista global, y más allá de la normativa teniendo en cuenta a personas con discapacidad física, sensorial y cognitiva, así como al amplio grupo de personas mayores, y aquellas de movilidad o comunicación reducida temporal o permanente.

Enrique Rovira-Beleta, arquitecto y responsable del área de Accesibilidad de UIC Barcelona School of Architecture, destaca que los premios “valoran la utilización de elementos de transporte vertical y actuaciones de mejora de la accesibilidad en todo el conjunto arquitectónico y urbanístico”. “Valoramos también ”,- añade-, “ que se cumplan con creces los requerimientos normativos y se consigan soluciones totalmente integradas en el diseño”.

Xavier Jiménez, responsable de Ascensores Schindler en Cataluña, afirma que “la arquitectura desempeña una función clave en nuestra vida. La arquitectura es arte. Es ciencia. Y a la vez es un reflejo de la cultura del momento. Pero también, a día de hoy, todavía sigue suponiendo un elemento limitador para muchas personas que presentan dificultades a la hora de acceder a determinados espacios”. 

“Estos proyectos”,- apunta Xavier Jiménez, -“ reflejan una oportunidad de impulsar iniciativas para eliminar las barreras arquitectónicas y los obstáculos que puedan limitar el día a día de las personas. Iniciativas que por supuesto han de ser innovadoras, eficaces y sostenibles”.