El martes 10 de septiembre, el Campus Sant Cugat acogió la charla “El suicidio se puede prevenir”, como parte de las varias actividades organizadas en el marco de las Jornadas para la Prevención del Suicidio Juvenil.

Dirigida especialmente al alumnado del grado en Psicología y a todas aquellas personas interesadas en la salud mental en general y en la prevención del suicidio juvenil en particular, la charla estuvo conducida por Maria Fernández Capo, directora del Departamento de Psicología de la Universidad, y contó con Pere Castellví, profesor e investigador de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, y Clara Rubio, fundadora y presidenta de la Asociación Catalana de Prevención del Suicidio (ACPS), como ponentes. Los dos expertos destacaron la importancia de detectar los factores de riesgo de suicidio y el papel clave de crear entornos seguros alrededor de las personas vulnerables para reducir la ideación y conducta suicidas.

Desde su experiencia como investigador en el área de la epidemiología en salud mental, Castellví presentó los principales factores de riesgo de suicidio centrados en jóvenes, destacando que prácticamente todos ellos son prevenibles y, por lo tanto, con una buena promoción de la salud se pueden reducir sus efectos sobre la salud mental. “Un claro ejemplo que muestran estudios realizados a escala internacional es el hecho de que eliminar completamente el acoso escolar en los centros educativos podría reducir en un 22 % los intentos de suicidio en los jóvenes”, explicó. Además, también remarcó que los adolescentes y jóvenes son un colectivo especialmente vulnerable a sufrir este tipo de conductas debido a la fase del proceso de neurodesarrollo en que se encuentran.

En su intervención, Pere Castellví también compartió datos actuales que muestran cómo el suicidio se ha convertido en una emergencia de salud pública en todo el mundo, porque es una de las principales causas de muerte entre los adolescentes y jóvenes. En este sentido, recordó que “la tasa de suicidios en hombres duplica la de las mujeres, pero estas sufren el doble de intentos de suicidio ya que presentan una mayor prevalencia de los factores de riesgo y una menor letalidad en la conducta suicida”. “Afortunadamente, cada vez hay una mayor concienciación sobre la importancia de la salud mental y la prevención, así como más herramientas de detección temprana e identificación de personas en riesgo de suicidio como el Código Riesgo Suicidio”, añadió.

En la segunda parte de la charla, Clara Rubio, fundadora y presidenta de la Asociación Catalana de Prevención del Suicidio (ACPS), incidió en la importancia de romper el estigma social y los mitos existentes relativos al suicidio para crear entornos seguros y de confianza para apoyar y acompañar a las personas más vulnerables. Para conseguirlo, “es importante poder hablar del suicidio como sociedad, pero desde el respeto y la prudencia. Aquí los medios de comunicación tienen un papel relevante ya que, utilizando el lenguaje y la aproximación adecuadas, pueden contribuir a concienciar a la sociedad sobre este grave problema”, explicó Rubio. La fundadora y presidenta de ACPS también compartió ejemplos de las diferentes políticas y acciones preventivas que se llevan a cabo desde organismos públicos, entidades y asociaciones, recordando que la principal herramienta preventiva es la empatía y la escucha activa.

La charla “El suicidio se puede prevenir” ha formado parte del programa de actividades de las Jornadas para la Prevención del Suicidio en los Jóvenes, impulsadas por UIC Barcelona, en el que también se ha enmarcado el estreno en exclusiva del documental La xarxa invisible. Un documental sobre la prevenció del suïcidi en els joves, dirigido y producido por UIC Barcelona, que pretende dar voz a jóvenes, familias, asociaciones, personal clínico y profesionales que trabajan para romper el estigma del suicidio y dar voz a aquellos que luchan en silencio.