03/10/2019

La participación de las comunidades locales en los procesos de integración de refugiados permitiría combatir la discriminación hacia este colectivo

Así se recoge en una investigación de la profesora Carmen Mendoza-Arroyo presentada durante el IFLA World Congress celebrado en Oslo

Integrar la perspectiva social y física en las políticas de integración urbana de población refugiada e inmigrante. Es la tesis que plantea el estudio “Strategies for the urban integration of refugees: changing the emergency approach to more permanent solutions”, elaborado por la subdirectora de Relaciones Internacionales de UIC Barcelona School of Architecture, Carmen Mendoza-Arroyo. La investigación, que se integra en la línea de investigación “Post-emergency Community Resilience” que la profesora dirige en UIC Barcelona, fue presentada por Carmen Mendoza-Arroyo el pasado 18 de septiembre durante la última edición del congreso de la International Federation of Landscape Architects (IFLA), celebrada en Oslo entre los días 18 y 20 de septiembre.

“La comunidad tiene un rol principal dentro de las transiciones urbanas. En esta línea, se debe priorizar la cohesión social de los refugiados con el resto de ciudadanos para evitar la discriminación y marginalización. Se trata, en definitiva, de plantear la integración de estas personas con carácter permanente y sostenible, no como una situación de emergencia o excepcionalidad, para evitar la percepción de este colectivo como una carga social y económica para la ciudad que los acoge”, explica Carmen Mendoza-Arroyo.

La metodología formulada en la investigación busca sintetizar las manifestaciones físicas y activas de la comunidad local a través del espacio urbano. Para ello, la profesora plantea un mapeo participativo de la ciudad que permita identificar los atributos sociales y espaciales de cada barrio para, a continuación, aportar propuestas físicas para su acogida, incluyendo los propios centros de recepción, creación de nuevos espacios y servicios compartidos, mejoras urbanas, etc.  “La reutilización de edificios existentes puede promover una mayor equidad en el espacio urbano, mientras que la construcción de viviendas fuera de las ciudades, separando a los refugiados de las comunidades locales, genera su estigmatización y consecuente marginalización”, concluye la profesora.