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Laia Anglada: “El arte coreano es uno de los principales motivos por los que he decidido prolongar mi estancia en Seúl”
La estudiante de la Facultad de Humanidades de UIC Barcelona está de intercambio en Corea del Sur cursando el tercer curso del Grado en Humanidades y Estudios Culturales en la Universidad Nacional de Seúl.
Gangnam Style fue uno de los primeros grandes fenómenos virales desde la llegada de las redes sociales. El artista surcoreano Psy consiguió llegar al billón de reproducciones en Youtube con este éxito meses después de su estreno, un hito que nadie nunca antes había conseguido. Era 2012 y la canción continuó siendo la más escuchada de la plataforma hasta el 2017. Al margen de las cifras, pocos saben que el hit de Psy hace referencia al estilo de vida Gangnam, un distrito de Seúl caracterizado por el lujo y su vida nocturna. Es un barrio que la estudiante de la Facultad de Humanidades de UIC Barcelona Laia Anglada ya ha pisado en numerosas ocasiones. La osonense, sin embargo, llegó a Corea del Sur a principios de septiembre con otras intenciones: cursar el tercer curso del Grado en Humanidades y Estudios Culturales en la Universidad Nacional de Seúl, la mejor del país.
“Elegí ir de intercambio a Corea porque la rama de las humanidades que más me interesa es la historia del arte y mi trabajo final de grado se centra en la influencia del arte oriental en Occidente”, explica Anglada. Además, la alumna tenía el objetivo de ir al país asiático porque quería disfrutar de la experiencia de viajar sola para así poder dominar el inglés y el coreano. De hecho, está cursando seis asignaturas por semestre –el resto de estudiantes europeos hacen la mitad– que hasta ahora compaginaba con seis horas de clase de coreano a la semana. Ahora, con el objetivo de aprender cuanto antes el idioma, se ha apuntado a un curso intensivo de coreano que la ocupará cuatro horas al día, cinco días a la semana durante los próximos tres meses. “No lo tenía previsto, venía con la idea de quedarme solo un semestre, pero la experiencia me está gustando tanto que he decidido hacer todo el curso académico”, añade.
El arte, el gran reclamo
Uno de los grandes motivos por los cuales ha decidido prolongar su estancia en Corea del Sur ha sido el arte. La estudiante ya ha podido visitar todos los palacios y templos de Seúl e incluso ha hecho un retiro espiritual de tres días con profesores de la Universidad en el Templo de Haeinsa. “Personalmente, el que más me ha gustado hasta ahora es el Templo de Changdeokgung, que pude visitar vestida con un hanbok, un conjunto tradicional coreano”, relata. Aquel mismo día, fue objeto de numerosas fotografías por parte de locales, que querían inmortalizar a la catalana por su rostro pálido, su cabello rubio y sus ojos azules. “El canon de belleza de aquí es muy diferente, puesto que la mayoría de chicas y chicos quieren la piel cuanto más blanca mejor”, apunta.
A la hora de trabajar, Anglada asegura que está disfrutando de todas las asignaturas que está haciendo porque facilitan su integración en una cultura muy diferente a la occidental. También tiene claro que la cultura del esfuerzo del país no perdona y que la exigencia y competitividad es máxima: “Mi consejo es que si eres un estudiante al que no le gusta trabajar, mejor no vayas a Corea del Sur”. Todo ello está haciendo que la osonense esté desarrollando habilidades que antes no tenía y con las cuales está creciendo profesional y personalmente.
Deberes antes de volver
Antes de volver a Cataluña, sin embargo, la joven todavía tiene mucho trabajo que hacer: “Me gustaría obtener el nivel 3/6 de coreano, el C2 de inglés y viajar por toda la península de Corea del Sur visitando tantos templos, palacios y museos como pueda para disfrutar todavía más de la experiencia”. En cuanto al largo plazo, Laia Anglada prefiere trabajar día a día sin marcarse grandes hitos que puedan condicionar su presente. A pesar de que tiene claro que le gustaría hacer investigación en la historia del arte oriental (y más específicamente el arte coreano) o en el arte budista, concluye que “tener actitud es más importante que tener un plan cuando eres joven”, de forma que deja las puertas abiertas a todo lo que pueda venir. Que así sea.