12/11/2014

Las TIC en las aulas: ¿problema o reto?

Cerca de 150 personas asistieron en la mesa redonda «Efecto pantalla: el colegio del s. XXI» que, organizada por el Sindicato de Padres, tuvo lugar en la Facultad de Educación de la UIC. Arancha Ruiz, cazatalentos; Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles, y Dolors Reig, psicóloga y editora de El Caparazón, fueron los ponentes del debate, moderado por el decano de la Facultad de Educación, Enric Vidal.

El auditorio de la Facultad de Educación de la UIC acogió a unas 150 personas que quisieron formar parte del debate sobre el papel que tienen que desempeñar las TIC en las aulas de los colegios. La mesa redonda “Efecto pantalla: el colegio del s. XXI. Innovación, actualización, moda pasajera o distracción” pretendía, en palabras de Enric Vidal, decano de esta facultad, “no tanto plantear una dicotomía entre pantallas sí - pantallas no’, sino hablar y discutir sobre las ventajas y/o los inconvenientes que puede presentar la instauración de las nuevas tecnologías de comunicación en las aulas escolares”. “Las TIC –siguió Vidal, planteando una de las cuestiones– forman parte de la vida cotidiana de las nuevas generaciones y gradualmente tendrán más peso en la escuela. Estamos ante una revolución similar a la que supuso la imprenta”.

En esta línea, los distintos ponentes fueron dando su visión. Uno de los temas centrales fue la necesidad de formar en criterio a nuestros hijos y alumnos: “Ellos –afirmó Dolors Reig– siempre van a saber más de las TIC que nosotros, pero nosotros les vamos a convertir en sabios en la escuela”. “Se trata –decía Arancha Ruiz– de educar para el nuevo mercado, y éste pide antropólogos, personas capaces de entender las tendencias cambiantes día a día”.

Entre una opinión y otra, lo que quedó bien claro es la necesidad de formar criterio, tanto en profesores como en los niños y niñas. “La educación –planteó Guillermo Cánovas– será con las TIC o no será, pero hay que saber usarlas: no nos lo podemos plantear como un enfrentamiento”.

“Hace falta –concluyó Vidal– la inclusión, en el curriculum escolar, de una asignatura de cultura digital con la que los alumnos aprendan a gestionar su huella digital”. Es un trabajo conjunto: “Las pantallas pueden aportar muchas cosas buenas –siguió el decano–, pero los docentes tiene que formarse para compensar los posibles efectos secundarios que puedan tener: la inmediatez, la impaciencia, etc. En el futuro, habrá que enseñar a los jóvenes también a desconectar”.