“¿Cómo podemos resucitar esta verdad?”. Es la pregunta que planteaba el periodista y uno de los autores de “La Contra” de La Vanguardia a los alumnos de UIC Barcelona. En un aula llena, donde alumnos, profesores y personal de la Universidad tuvieron la oportunidad de conocer un poco más la verdad que hay detrás de lo que está ocurriendo en Ucrania. Una mesa redonda, moderada por la profesora de Derecho Constitucional Montserrat Nebrera, y con la participación de, además de Amiguet, Xavier Garí, historiador y profesor en la Facultad de Humanidades, y Alfons Puga, consultor estratégico en el sector energético
Hechas las presentaciones, la profesora Nebrera dio paso a Xavier Garí, que dio un rápido repaso a la historia de las relaciones entre Rusia y Ucrania. “La situación actual viene de muy lejos —explicó Garí—; son un cúmulo de sucesos los que han ido alimentando el conflicto, y solo faltaba una persona con afán de poder como Putin, que quiere recuperar el poder de la antigua URSS”.
“Todos los conflictos que puedan existir en el mundo —añadió Alfons Puga, desde una perspectiva económica—, en un 90 % se deben a la cuestión de recursos energéticos, minerales, etc. Y el de Ucrania no deja de ser uno, posiblemente iniciado en 2017, cuando Rusia cortó el gas en el país vecino, lo que provocó una crisis bestial, aunque no tuvo demasiado eco”.
Quedaba claro que es importante conocer la historia para conocer la verdad de la que hablaba Lluís Amiguet. Y, según los ponentes, en esta historia se puede ver un conflicto de intereses muy grande. Económicos y estratégicos. “Rusia quería reducir el poder de Ucrania porque se quedaba mucho gas sin pagar y construyó el Gazprom 2, un gasoducto que está parado porque no se quiere que el país de Putin tenga tanto poder, y Estados Unidos quería vender el suyo a través del fracking. Pero, claro, Rusia se enfada y empieza la escalada de precios, el pasado julio: en menos de un año hemos multiplicado el precio por diez”.
“El problema de todo esto —añadió el profesor Garí— es que parece que solo sabemos resolver los conflictos de forma violenta, y eso no funciona. Las guerras mueven mucho dinero: ¡ojalá que todo esto fuera a cultura y a educación! Entonces, cambiarían muchas cosas”. Y, para concretarlo con un dato, añadió que “más del 50 % de los conflictos no violentos alcanzan sus objetivos, frente a menos del 30 % de los violentos”.
La mesa redonda duró poco más de una hora. Y hubiera durado más, de no ser porque la profesora Nebrera dio paso a la última pregunta de todas las que hubo. Había que atenerse al tiempo establecido. Está claro que la pregunta del entrevistador de “La Contra” dio en la clave de todo. Quizás, tras este acto, los asistentes se fueron con más ganas de no contentarse con una historia de buenos y malos. Que la verdad lleva a profundizar más en lo que ocurre en nuestro entorno.
