Anna Alabern dedicó gran parte de su sesión a dar consejos sobre cómo facilitar la tarea de enseñar la conciencia fonológica –acompañando el sonido de cada letra en un gesto significativo– y al arte de contar cuentos. Según explicaba la maestra, “los cuentos constituyen una buena herramienta para tratar temáticas delicadas con la clase”. En este sentido, quiso dejar claro que: “los cuentos no se leen, sino que se explican con nuestra voz y nuestro cuerpo”.

Por otra parte, hablando de la profesión de maestra, la invitada dijo que la clave para ser un buen maestro es “conocerse y saber actuar en cada situación dependiendo de las necesidades de cada niño o niña”. “Tenemos que tratar a los niños con respeto y serenidad –añadió–; propiciar un ambiente relajado y positivo proporcionará un mejor aprendizaje para nuestros alumnos”.

Aunque ya está jubilada, Anna Alabern sigue ligada a este mundo como maestra de la Asociación Rosa Sensat, una asociación catalana de maestros y educadores que buscan la calidad de la enseñanza y de la educación en general.