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Los niños que pasan más de una hora al día ante una pantalla comen más comida basura
Según el estudio, realizado por el Grupo de Evaluación de Determinantes de la Salud y Políticas Sanitarias, un 63,9 % de los menores de entre 12 y 14 años están al menos dos horas al día frente a las pantallas con fines recreativos y son los que más consumen bebidas azucaradas y comida rápida
Los niños que pasan más de una hora al día de su tiempo de ocio frente a una pantalla comen más comida basura que el resto de menores, según el estudio “Association between Leisure Screen Time and Junk Food Intake in a Nationwide Representative Sample of Spanish Children (1–14 Years): A Cross-Sectional Study” elaborado por el Grupo de Evaluación de Determinantes de Salud y Políticas Sanitarias. El trabajo, publicado recientemente en la revista Healthcar, está liderado por los investigadores Àurea Cartanyà y Adrián González, que analizan por primera vez la relación entre el uso recreativo de pantallas y el consumo de alimentos poco saludables, como dulces, bebidas azucaradas, comida rápida y snacks en niños españoles de entre 1 y 14 años.
“Nuestro trabajo aporta evidencia a la hipótesis de que pasar mucho tiempo delante de la pantalla va asociado a unos hábitos peores de alimentación infantil” comentan los autores, que también han destacado que los niños de entre 12 y 14 años son los que más pasan un mínimo de dos horas diarias frente a las pantallas con fines recreativos, un porcentaje que asciende al 63,9 %. Este colectivo también es el que más consume bebidas azucaradas (20,9 %) y comida rápida (12,2 %), dentro del grupo analizado. Asimismo, el porcentaje de niños que consume dulces y comida basura es menor en aquellos que hacen deporte varios días por semana que en los que no hacen nunca ejercicio.
El nivel socioeconómico de las familias es otro de los factores que puede llevar a los menores a tener un peor estilo de vida, ya que “las familias más empobrecidas tienen salarios más bajos, horarios menos flexibles y jornadas laborales más largas, lo que puede provocar que los niños pasen más horas delante de las pantallas y que los padres ofrezcan a sus hijos opciones más rápidas de comida, aunque de menor calidad nutricional” afirman los investigadores.
Ante estas cifras, los autores del estudio están convencidos de que la exposición a pantallas en la población infantil será un nuevo determinante de la salud en los próximos años, ya que también está relacionada con un número insuficiente de horas de sueño, obesidad, y con un mayor riesgo de desarrollar problemas emocionales y de comportamiento.