- Más vistos
- Últimas visualizaciones
Los Premios ROCKWOOL de Sostenibilidad reconocen los TFG de las alumnas Macarena González y Yamil Chapoñán
Macarena González, alumna de último curso de Arquitectura de UIC Barcelona, se ha alzado con el premio ROCKWOOL de Sostenibilidad por su proyecto “E! Mobility”, en un acto celebrado el 14 de julio en el marco del TFG de Arquitectura. González ha ideado en su TFG un edificio que funciona como una planta de reciclaje y producción de baterías para vehículos de movilidad personal.
Estos premios reconocen los TFG de Arquitectura de UIC Barcelona que mejores soluciones incorporan en el ámbito de la sostenibilidad, de forma coherente y desde la concepción inicial del proyecto.
Del proyecto de Macarena González, el jurado ha valorado el reto de haber trabajado con preexistencias, y la rigurosidad en los cálculos energéticos de antes y después de la intervención. Ha destacado también la flexibilidad y calidad de los espacios, la integración del edificio en el entorno y el hecho de que consigue cubrir con energías renovables más del 60 % de sus necesidades.
El segundo premio lo ha recibido Yamil Chapoñán por su proyecto de invernadero vertical “Grower”. El jurado ha destacado su apuesta por hacer compatible la agricultura con la trama urbana en densidad, la preocupación y las propuestas técnicas por limitar el consumo de agua en el sector agrícola, y la profundización en la huella de carbono de todo el ciclo de vida. Además, Chapoñán ha desarrollado una herramienta para el cálculo de huella de carbono, dentro del programa Building Life, becado por Green Building Council España.
El jurado ha otorgado una mención especial a Paula Rodríguez, cuya propuesta destaca por dar coherencia y rigor a un diseño arquitectónico excelente, respaldado por una metodología de estudio científica de cuantificación de impacto ambiental y confort de los usuarios.
El jurado de los premios ROCKWOOL estaba formado por Sandra Bestraten, presidenta de la Demarcación de Barcelona del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC); Greta Tresserra, vocal de Sostenibilidad, Innovación e Internacional del COAC; Jordi Guivernau, arquitecto por UIC Barcelona y miembro del Departamento Técnico de ROCKWOOL; Teresa Batlle, Picharchitects/Pich-Aguilera, coordinadores desde el año 2013 de los Premios de Sostenibilidad de los Trabajos de Final de Grado (TFG), y Mauro Manca, profesor de UIC Barcelona, arquitecto e ingeniero civil-medioambiental.
Sandra Bestraten destaca “la valentía de los proyectos. Han trabajado estrategias que abordan temas muy actuales, como son la descarbonización, las baterías o la alimentación de proximidad. En muchas ocasiones recuperan edificios existentes obsoletos o en desuso… y no hay nada más sostenible que aprovechar y dotar de dignidad arquitectónica un edificio existente”.
Jordi Guivernau explica que el objetivo del premio otorgado es “cerrar el ciclo formativo de los futuros arquitectos, poniendo en valor la criticidad del impacto medioambiental de sus proyectos a lo largo del ciclo de vida de un edificio. En la actualidad, la aproximación regulatoria sectorial a la sostenibilidad se centra en la fase de uso del edificio. Con estos premios, y desde el punto de vista de las emisiones de GEI, valoramos que también se tengan en cuenta los impactos del proceso de construcción, de los materiales usados y de la fase de demolición y reciclaje”.
“Los TFG de Arquitectura de UIC Barcelona incorporan un trabajo específico sobre descarbonización, en asociación con el Green Building Council de España, y participan en el proyecto europeo Building Life”, indica Mauro Manca. “Los alumnos han aplicado la metodología y las herramientas que permiten medir las emisiones tanto en la fase de construcción como en la fase de uso de cada edificio, y realizar un análisis de ciclo de vida”, añade.
Teresa Batlle, por su parte, explica que “los premios han conseguido ir integrando la sostenibilidad en el proyecto de arquitectura. A lo largo de todos estos años, hemos estado hablando sobre la importancia de la arquitectura bioclimática, la eficiencia energética, el impacto ambiental en la construcción y el uso del edificio, incluso sobre el montaje y desmontaje para tender hacia una economía circular”. Destaca también que “los profesores y alumnos contemplan la sostenibilidad principalmente ambiental, pero también social y económica, como un aspecto que debe considerarse desde el planteamiento inicial del proyecto. Han sido diez años intensos y muy fructíferos en este sentido”.